Novedades científicas: Un estudio financiado por los NIH sugiere que el monitoreo de pasos y el entrenamiento son más eficaces que la terapia tradicional para mejorar la actividad física tras un accidente cerebrovascular

Los resultados podrían servir de base para programas que ayuden a los pacientes que sufrieron un accidente cerebrovascular a aumentar su actividad y evitar complicaciones posteriores.

Martes, Enero 23, 2024
Dos personas sonríen mientras caminan a paso ligero por un sendero.
Crédito: Imagen de archivo

Un estudio financiado por los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) sugiere que una intervención de monitoreo de pasos y entrenamiento para ayudar a las personas que han sufrido un accidente cerebrovascular a aumentar gradualmente su número de pasos diarios parece ser más eficaz que la terapia tradicional de caminata de alta intensidad. Según estudios anteriores, incluso después de completar con éxito un programa de caminata de alta intensidad, la mayoría de los sobrevivientes de accidentes cerebrovasculares continúan siendo sedentarios, lo que los expone al riesgo de padecer cardiopatías, diabetes y accidentes cerebrovasculares adicionales. Los autores creen que sus hallazgos servirán de base para intervenciones que ayuden a los sobrevivientes de accidentes cerebrovasculares a aumentar su nivel de actividad y reducir el riesgo de complicaciones, pérdida de independencia y muerte.

Darcy Reisman, doctora en Fisioterapia de la Universidad de Delaware, y sus colegas realizaron el estudio. Los resultados primarios aparecen en Stroke. El financiamiento provino del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver de los NIH.

Antecedentes

De 6 a 12 meses después de sufrir un accidente cerebrovascular, más del 50 % de los sobrevivientes en el contenido de Inglés tienen problemas para caminar y menos independencia. Las personas que permanecen inactivas después de un accidente cerebrovascular tienen un riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares adicionales tres veces mayor que los sobrevivientes activos.

Según los autores, la mayoría de los estudios destinados a aumentar los niveles de actividad de los sobrevivientes de accidente cerebrovascular han buscado aumentar su capacidad, es decir, la velocidad y la distancia que pueden alcanzar caminando durante una sesión de terapia en una clínica. Sin embargo, estos estudios no suelen llevar a mejoras en el rendimiento de la actividad de caminar, es decir, de la cantidad de caminata que realizan los pacientes en su entorno cotidiano no estructurado.

En el estudio actual, los investigadores compararon un programa tradicional de caminata de alta intensidad con un programa de mejora del rendimiento en el que los participantes llevaban un monitor de pasos y se reunían con un terapeuta que revisaba sus progresos al caminar y les ayudaba a fijar objetivos futuros. Doscientos cincuenta participantes asistieron a entre 2 y 3 sesiones semanales por un total de unas 12 semanas.

Resultados

Los participantes en el estudio fueron asignados aleatoriamente al programa tradicional de caminata de alta intensidad, al programa de mejora del rendimiento o a un programa que combinaba las dos terapias.

En el programa tradicional de alta intensidad, los participantes caminaban 30 minutos en una caminadora a un ritmo mayor determinado individualmente para ellos, según su edad, frecuencia cardíaca y capacidad física. La sesión en la caminadora iba seguida de 10 minutos de caminata libre, también a un ritmo mayor.

En el programa de mejora del rendimiento, los participantes llevaban un Fitbit para registrar su número de pasos diarios. En cada sesión, los terapeutas revisaban el recuento de pasos de los participantes y sugerían formas de ayudarlos a aumentarlo. Los terapeutas intentaron ayudar a los participantes a aumentar su actividad entre un 5 y un 8 % cada 4 a 6 sesiones.

Tras completar sus programas, todos los participantes llevaron un Fitbit durante al menos tres días. El recuento promedio de pasos se comparó con el recuento inicial de pasos cuando entraron en el estudio.

Los participantes en el programa de mejora del rendimiento aumentaron el número de pasos diarios en 1,542 pasos. Los del programa combinado aumentaron su recuento en 1,307 pasos. Los del programa tradicional de alta intensidad solo aumentaron 406 pasos. Sin embargo, los autores observaron que los participantes en el programa combinado aumentaron la capacidad (distancia y velocidad al caminar), así como el número de pasos.

En general, el estudio demostró que el programa de monitoreo de pasos por sí solo fue el más eficaz para aumentar la actividad diaria, seguido del programa combinado de alta intensidad y recuento de pasos. El programa menos eficaz fue el de caminata de alta intensidad por sí solo.

Importancia

Los resultados sugieren que un programa conductual de monitoreo de pasos produce mejores resultados para los sobrevivientes de accidentes cerebrovasculares y, por lo tanto, podría reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares adicionales, pérdida de independencia y la muerte.

Referencia

Thompson, ED, et al. Increasing activity after stroke: a randomized controlled trial of high-intensity walking and step activity intervention. Stroke. 2024.