La exposición temprana puede afectar los resultados del embarazo, según un estudio de los NIH
Según un estudio realizado por los investigadores de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés) y de otras instituciones, las mujeres embarazadas que tienen asma corren mayor riesgo de tener un parto prematuro cuando están expuestas a altos niveles de algunos contaminantes del aire relacionados con el tráfico.
Los investigadores vieron un aumento en el riesgo asociado con la exposición actual y a corto plazo a los óxidos de nitrógeno * y al monóxido de carbono, en especial cuando las mujeres estuvieron expuestas a los contaminantes justo antes de la concepción y durante el embarazo temprano.
Por ejemplo, un aumento de 30 partes por mil millones en la exposición al óxido de nitrógeno en los tres meses previos al embarazo aumenta el riesgo de nacimientos prematuros en casi un 30 por ciento en las mujeres con asma, en comparación con el 8 por ciento en las mujeres sin asma. Una mayor exposición al monóxido de carbono durante el mismo período aumentó el riesgo de parto prematuro en un 12 por ciento para las mujeres asmáticas, pero no tuvo ningún efecto sobre el riesgo de parto prematuro en las mujeres no asmáticas.
Según los investigadores, las últimas seis semanas del embarazo son otro momento crítico para las mujeres con asma. La exposición a altos niveles de materia particulada *, es decir, partículas muy pequeñas de sustancias como ácidos, metales y polvo en el aire, también se asoció a un mayor riesgo de parto prematuro.
El estudio se publicó en la revista profesional en línea sobre alergias e inmunología clínica Journal of Allergy and Clinical Immunology.
"El parto prematuro es un problema importante de salud pública en este país, afectando a más de uno de cada 10 bebés nacidos en los Estados Unidos", dijo la doctora Pauline Mendola, Ph.D., autora principal e investigadora del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver (NICHD, por sus siglas en inglés) de los NIH. "Nuestro estudio encontró que la contaminación del aire parece aumentar el riesgo de nacimientos prematuros que ya tienen las mujeres con asma. Estos resultados establecen el escenario para estudios futuros diseñados para ayudar a prevenir el parto prematuro en este grupo de riesgo”.
El asma es una enfermedad pulmonar que se calcula que afecta a alrededor del 9 por ciento de las mujeres en edad reproductiva * en los Estados Unidos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. El asma de la madre se asocia con un mayor riesgo de complicaciones durante el embarazo y problemas de salud para los bebés.
Mientras que hay estudios anteriores que han examinado cómo los diversos contaminantes del aire afectan el riesgo de parto prematuro, el equipo de investigación dijo que este estudio es el primero en examinar si la exposición a la contaminación del aire antes de la concepción puede afectar el embarazo subsiguiente.
"Las primeras exposiciones ambientales pueden tener efectos significativos sobre la salud más adelante", dijo la doctora Mendola. "En este caso, puede ser que la exposición temprana a la contaminación del aire desencadene la inflamación u otras tensiones internas que interfieran con la implantación del embrión o el desarrollo de la placenta. Esas interrupciones podrían llevar a un parto prematuro más adelante. Continuar con las investigaciones nos ayudará a comprender mejor el impacto potencial de la contaminación del aire en los meses alrededor de la concepción".
También participaron en el estudio investigadores del Centro de Ciencias de Salud de la Universidad de North Texas en Fort Worth; el Instituto Nacional de Salud y Bienestar en Oulu, Finlandia; la corporación Emmes en Rockville, Maryland; y la Universidad de Texas A&M en College Station.
Los investigadores analizaron los datos de una muestra nacional de 223,502 mujeres con embarazo único (de un solo feto), que dieron a luz en 19 hospitales en los Estados Unidos entre el 2002 y el 2008. Los registros médicos electrónicos de las mujeres incluían si tenían asma o no y la fecha del parto.
El equipo comparó estos datos con las medidas diarias de la calidad del aire en las regiones que rodeaban cada uno de los hospitales para evaluar los posibles efectos de la contaminación del aire, semana por semana, sobre el riesgo de parto prematuro. Se estudiaron seis contaminantes y tomaron en cuenta factores como el lugar, la edad, la raza y el origen étnico, el peso previo al embarazo, el hábito de fumar y consumo de alcohol y los problemas médicos crónicos de la madre.
El equipo de investigación espera que algún día estudios como éste mejoren la atención médica para las mujeres embarazadas que tienen asma y reduzcan su riesgo de tener un parto prematuro.
Mientras tanto, es posible que las personas que tienen asma y están preocupadas por su exposición a la contaminación del aire quieran limitar su actividad al aire libre durante los períodos en que se pronostica que la calidad del aire no es saludable para los grupos sensibles, dijo la doctora Mendola. Se pueden ver los datos de la calidad del aire en el sitio web de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos en www.airnow.gov (con algunos recursos en español).
*Enlace con información en inglés.
Referencia
Mendola P, Wallace M, Hwang BS, Liu D, Robledo C, Männistö T, Sundaram R, Sherman S, Ying Q, y Grantz KL. Preterm Birth and Air Pollution: Critical Windows of Exposure for Women with Asthma. Journal of Allergy and Clinical Immunology, 2016.
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Sobre el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver (NICHD, por sus siglas en inglés): El NICHD apoya las investigaciones sobre el desarrollo antes y después del nacimiento; la salud materna, infantil y familiar; la biología de la reproducción y asuntos poblacionales; y la rehabilitación médica. Para obtener más información, visite el sitio web del Instituto: https://espanol.nichd.nih.gov.
Sobre los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés): Los NIH, la agencia de investigación médica de la nación, incluyen 27 institutos y centros y forman parte del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos. Son la principal agencia federal encargada de realizar y apoyar la investigación médica básica, clínica y translacional e investigan las causas, los tratamientos y las curas para enfermedades comunes y raras. Para obtener más información sobre los NIH y sus programas, visite http://salud.nih.gov/.