Novedades científicas: un estudio financiado por los NIH sugiere que la presencia de partículas de la placenta en el torrente sanguíneo de la madre podría indicar un menor crecimiento fetal

Viernes, Marzo 1, 2024
Ecografía de un feto.
Crédito: Imagen de archivo

Un estudio financiado por los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) sugiere que unas partículas diminutas en forma de globo liberadas por la placenta en el torrente sanguíneo de la madre podrían proporcionar pistas para identificar a los fetos con riesgo de retraso del crecimiento. Conocidas como vesículas extracelulares (VE), estas estructuras son más grandes y menos numerosas en los embarazos con fetos de crecimiento restringido y tienen una composición grasa diferente en comparación con los embarazos con una trayectoria de crecimiento normal. Los hallazgos podrían conducir a formas de identificar precozmente a los fetos con riesgo de restricción del crecimiento, de modo que los embarazos podrían monitorearse para detectar complicaciones.

El estudio fue realizado por Isabella Caniggia, M.D., de la Universidad de Toronto, y sus colaboradores. Aparece en la revista Journal of Extracellular Vesicles. El financiamiento de los NIH provino del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver mediante su Proyecto placenta humana en el contenido de Inglés.

Antecedentes

Los bebés que pesan por debajo del percentil 10 para la etapa del embarazo en la que están se denominan pequeños para la edad gestacional (PEG). Los bebés PEG corren el riesgo de nacer muertos o morir después de nacer en el contenido de Inglés, ser ingresados en la unidad de terapia intensiva neonatal y tener puntuaciones más bajas en el desarrollo neurológico en el contenido de Inglés. Aunque algunos bebés PEG nacen prematuros, la mayoría nacen a término en el contenido de Inglés y no se diagnostican antes del parto. Los autores indicaron que no existen métodos fácilmente disponibles para detectar fetos con riesgo de ser PEG.

Resultados

Los estudios anteriores han demostrado que la placenta libera VE en el torrente sanguíneo de la madre desde el comienzo del embarazo. Estas vesículas, captadas por muchos tejidos de la madre y el feto, transportan moléculas que influyen en los tejidos que las absorben. Para el estudio actual, los investigadores aislaron VE de la sangre materna de 236 personas que dieron a luz y analizaron las muestras en busca de posibles biomarcadores que pudieran indicar un feto PEG.

Las VE de los embarazos que dieron lugar a bebés PEG tendieron a ser más grandes que las de los embarazos con bebés no PEG, sobre todo al final del embarazo. Al comienzo del primer trimestre, hubo menos VE en los embarazos con PEG que en los embarazos con bebés no PEG.

El contenido de lípidos (es decir, distintos tipos de grasa) también varió entre las VE de embarazos con bebés PEG y los embarazos con bebés no PEG, desde el primer trimestre.

Relevancia

Los investigadores llegaron a la conclusión de que la composición de los lípidos de las VE placentarias procedentes de la sangre materna podría indicar un mayor riesgo de restricción del crecimiento fetal y ayudar a predecir la probabilidad de que un bebé nazca pequeño para la edad gestacional. Estos hallazgos podrían conducir al desarrollo de biomarcadores que los proveedores de atención médica pueden utilizar para identificar embarazos con riesgo de bebés PEG.

Próximos pasos

Los autores piden que se realicen más estudios para crear nuevas técnicas que permitan aislar las VE con mayor rapidez y analizar su contenido de lípidos. También sugieren estudios futuros para comprender cómo la diversidad étnica podría influir en las diferencias de tamaño y contenido de lípidos de las VE en embarazos con bebés PEG.

Referencia

Pronovost GN, et al. Lipid profile of circulating placental extracellular vesicles during pregnancy identifies foetal growth restriction risk. en el contenido de Inglés Notificacion de salida J Extracellular Vesicles (2024).