Las complicaciones graves de una rara afección infantil relacionada con la infección por COVID-19 parecen haber disminuido a medida que el SARS-CoV-2 evolucionó de 2020 a 2022, sugiere un estudio financiado por los Institutos Nacionales de la Salud. La afección, llamada Síndrome Inflamatorio Multisistémico Infantil (MIS-C), causa inflamación de diferentes partes del cuerpo, incluidos el corazón, los pulmones, los riñones, el cerebro, la piel, los ojos o los órganos gastrointestinales. Sin embargo, los autores señalaron que, si bien la proporción de personas con complicaciones graves ha disminuido, el 37% de los niños hospitalizados con MIS-C necesitaron cuidados intensivos. Los autores instaron a que se realicen más investigaciones sobre el MIS-C para distinguirlo de una condición inflamatoria rara de apariencia similar, la enfermedad de Kawasaki, de modo que el tratamiento pueda estar mejor dirigido a cada afección.
El estudio fue realizado por Cedric Manlhiot, Ph.D., de la Johns Hopkins University [Universidad John Hopkins] junto a colegas de otras instituciones en los Estados Unidos y Canadá. Aparece en forma de carta en la revista New England Journal of Medicine. El financiamiento se proporcionó a través de la iniciativa Predicción de la Gravedad de la Enfermedad Inflamatoria Asociada a un Virus en Niños con Diagnósticos de Laboratorio e Inteligencia Artificial (PreVAIL kIds) de los NIH.
Antecedentes
El MIS-C generalmente ocurre de 2 a 6 semanas después de que un niño se infecta con SARS-CoV-2. La afección puede ocurrir incluso después de una infección muy leve o asintomática. Aunque el MIS-C puede ser muy grave, o incluso fatal, la mayoría de los niños con la afección se recuperan con atención médica. La afección es similar a la enfermedad de Kawasaki , una afección rara que también incluye inflamación de los órganos internos. La evolución de nuevas variantes de SARS-CoV-2 ha influido en la propagación de COVID-19, pero se sabe poco sobre cómo las diferentes variantes pueden haber influido en la gravedad de los casos de MIS-C.
Los investigadores analizaron datos de 2017 pacientes diagnosticados con MIS-C desde abril de 2020 hasta junio de 2022.
Resultados
Los niños hospitalizados al principio de la pandemia, cuando prevalecían las cepas original y alfa, tenían más probabilidades de tener problemas respiratorios graves y dilatación de la arteria coronaria, un ensanchamiento de la arteria principal que irriga el corazón. La afección ralentiza el flujo de sangre al corazón, lo que a veces causa dolor en el pecho y un mayor riesgo de coágulos sanguíneos.
En comparación con los pacientes con MIS-C durante la pandemia temprana, los pacientes con MIS-C cuando prevalecían las variantes delta y ómicron tenían un menor riesgo de complicaciones tales como latidos cardíacos irregulares, paro cardíaco (pérdida repentina de toda la actividad cardíaca), coágulos de sangre, o pérdida de la capacidad de coagulación. Aunque las complicaciones graves disminuyeron con el tiempo, las complicaciones aún fueron pronunciadas durante el período de ómicron, con un 23% de pacientes hospitalizados por shock y un 37% ingresados en una unidad de cuidados intensivos.
Importancia
Los autores concluyeron que se necesita más investigación para distinguir entre el MIS-C y afecciones inflamatorias infantiles similares, como la enfermedad de Kawasaki, de modo que se puedan desarrollar tratamientos más apropiados para cada afección.
Referencia
McCrindle, BW, et al. SARS-CoV-2 variants and multisystem inflammatory syndrome in children. The New England Journal of Medicine. 2023.