Según un estudio realizado por investigadores del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver (NICHD) y otras instituciones, los adolescentes con permiso de aprendizaje que realizaban sesiones de práctica regulares detrás del volante tenían un menor riesgo de sufrir accidentes en el año siguiente a la obtención de su licencia de conducir en comparación con los adolescentes que practicaban con menos frecuencia.
Los investigadores creen que los errores cometidos durante las sesiones de práctica previas a la obtención de la licencia pueden haber creado oportunidades para que los padres enseñen a sus hijos adolescentes prácticas de conducción más seguras y, de ese modo, pueden haber ayudado a reducir el riesgo de accidentes en el futuro. El equipo de investigación estuvo a cargo de Bruce Simons-Morton, doctor en Educación, investigador principal de la Subdivisión de Ciencias Sociales y del Comportamiento del NICHD. El estudio aparece en JAMA Pediatrics.
Antecedentes
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los EE. UU., todos los estados tienen sistemas de licencia gradual para ayudar a los nuevos conductores a adquirir habilidades de manejo en condiciones de menor riesgo. Por lo general, esto implica la progresión de un permiso de aprendizaje a una licencia intermedia o provisional antes de que se otorgue una licencia sin restricciones. El período de aprendizaje está destinado a proporcionar la oportunidad de sesiones de práctica prolongadas para el nuevo conductor, en las que los padres pueden acompañar a los adolescentes y ayudarlos a prepararse para una conducción segura e independiente.
Sin embargo, los autores señalaron que se sabe poco sobre cómo las sesiones de práctica pueden influir en la conducción posterior. Realizaron el presente estudio para obtener más información sobre qué elementos del período de práctica del alumno podrían influir en la seguridad durante el primer año posterior a la emisión de una licencia sin restricciones.
Los investigadores inscribieron a jóvenes de entre 15 y 16 años que habían obtenido un permiso de aprendizaje en las tres semanas anteriores. Los vehículos que conducían estaban equipados con una computadora que recibía información de los acelerómetros, un sistema de posicionamiento global y cámaras de video instaladas en el auto. Se recopilaron datos de todos los conductores durante el período de aprendizaje hasta el primer año después de haber recibido un permiso sin restricciones.
Resultados
Un total de 82 jóvenes completaron el estudio. Los participantes condujeron un promedio de más de 1,200 millas y un promedio de 89 días durante el período de aprendizaje. Hubo un total de 49 accidentes durante el período de estudio.
Los jóvenes que participaron en sesiones de práctica regulares y más frecuentes durante el período de aprendizaje tuvieron un 39% menos de riesgo de sufrir un accidente en el primer año después de recibir sus licencias permanentes en comparación con los jóvenes que practicaron con menos frecuencia.
En comparación con los jóvenes que cometieron errores con menos frecuencia, los jóvenes que cometieron más errores de conducción durante el período de aprendizaje tuvieron un 56% más de tiempo antes de sufrir su primer accidente y un 54% menos de riesgo de sufrir un accidente en el primer año después de recibir su licencia. Los errores incluyeron no prestar atención, distraerse con un teléfono celular, conducir demasiado rápido para las condiciones del entorno, conducir demasiado cerca de un auto, omitir los semáforos en rojo y tener un control deficiente del vehículo.
Importancia
Los resultados del estudio sugieren que la práctica de conducción frecuente reduce el riesgo de accidentes entre los conductores adolescentes. Suponiendo que se confirmen estos hallazgos, los requisitos estatales para la obtención de licencias de conducir podrían revisarse para incluir sesiones de práctica más frecuentes. Los autores agregaron que la tecnología de teléfonos celulares que rastrea la velocidad, la aceleración y las maniobras del vehículo podría usarse para monitorear a los adolescentes en el año posterior a la obtención de sus licencias, para que los padres puedan brindarles más instrucciones.
Referencia
Ehsani, JP, et al. Learner driver experience and teenager’s crash risk during the first year of independent driving. JAMA Pediatrics. 2020
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Acerca del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver (NICHD): El NICHD lidera la investigación y la capacitación para comprender el desarrollo humano, mejorar la salud reproductiva, mejorar la vida de niños y adolescentes, y optimizar las habilidades para todos. Si desea más información, visite https://espanol.nichd.nih.gov.
Acerca de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH): NIH, la agencia de investigación médica de los EE. UU., incluye 27 institutos y centros, y es un componente del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EE. UU. NIH es la principal agencia federal que realiza y apoya investigaciones médicas básicas, clínicas y traslacionales, y que investiga las causas, los tratamientos y las curas para enfermedades comunes y raras. Para obtener más información sobre los NIH y sus programas, visite https://salud.nih.gov.
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