Como a muchos niños de 10 años, a Ruby Cohen le apasiona Taylor Swift. A esta ocupada estudiante de quinto grado también le encanta dibujar y actuar en musicales en su centro comunitario local, y tiene su propio negocio pequeño de venta de coloridos macarrones rellenos de crema.
Pero mientras algunos niños podrían ahorrar las ganancias de sus ventas para comprar entradas para el Eras Tour de Swift, Ruby destina gran parte de lo recaudado con sus macarrones a Brylan's Feat , una fundación que organiza el Campamento Watchme, un campamento de verano del que disfruta y que es para niños que, como ella, tienen linfedema. El linfedema surge de malformaciones del sistema linfático y se produce cuando el líquido drena de forma anormal hacia los espacios entre las células de los tejidos, lo que provoca una hinchazón crónica (edema). Las personas con linfedema suelen tener edemas en los brazos y/o las piernas. Sin embargo, en algunos casos menos frecuentes se ven afectados órganos como el corazón o los pulmones.
“Ruby solo tiene afectada la pierna izquierda. Utiliza una prenda de compresión desde la mitad del pie hasta la ingle y puede personalizarlas con distintos colores y dibujos”, explica el padre de Ruby, Jared Cohen, M.D., integrante de la división de Oncología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington. “A la noche, hacemos vendajes multicapa, pero tenemos la suerte de que solo sea una extremidad”.
Las anomalías del sistema vascular, entre las que se incluyen las malformaciones linfáticas, surgen de mutaciones genéticas hereditarias o somáticas, que se producen espontáneamente después de la concepción. Se desconoce la prevalencia exacta de las malformaciones linfáticas, aunque se cree que afectan a 1 de cada 4,000 nacimientos. Para el doctor Cohen y su esposa, Julie, las señales de que algo no estaba bien aparecieron cuando Ruby tenía 4 años y tuvo una hinchazón preocupante en los dedos de los pies y la rodilla. Ese descubrimiento embarcó a la familia en un largo viaje médico, que finalmente los llevó a los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) y a Sarah Sheppard, M.D., Ph.D. , investigadora clínica de la Unidad de Malformaciones Vasculares del NICHD.
El Laboratorio Sheppard trata de comprender las causas genéticas de las malformaciones vasculares y las anomalías vasculares en general, identificar fármacos nuevos y existentes para tratarlas y apoyar a las familias con niños que tienen afecciones poco frecuentes. Los padres de Ruby la inscribieron en un estudio dirigido por la doctora Sheppard para conocer la historia natural y la evolución de la enfermedad de quienes tienen un subtipo de malformación linfática conocida como anomalía linfática del conducto central (ALCC).
“Nuestro objetivo es comprender cómo cambian estos trastornos a lo largo de la vida. Son trastornos en mosaico, lo que significa que no afectan a todas las células del cuerpo, solo a algunas”, explicó la doctora Sheppard. “Por eso, cada persona afectada puede tener manifestaciones distintas de la enfermedad”.
El estudio, en el que actualmente se están inscribiendo participantes , examinará los fenotipos o las características de la enfermedad y evaluará los resultados a largo plazo para ayudar a mejorar el diagnóstico genético, el pronóstico y los tratamientos, entre otros objetivos. Otros estudios científicos del Laboratorio Sheppard y los colaboradores del Hospital Infantil de Filadelfia (CHOP) han logrado avances prometedores para orientar terapias médicas más específicas en personas con anomalías vasculares.
En un estudio publicado en Nature Medicine, los investigadores utilizaron secuenciación ultraprofunda para descubrir variantes genéticas somáticas causantes de enfermedades en 356 personas con anomalías vasculares, incluidas anomalías linfáticas complejas primarias (pCLAs). Obtuvieron un diagnóstico molecular para el 41 % de los participantes con pCLAs y el 72 % de los participantes con otras malformaciones vasculares, lo que condujo a la selección de terapias óptimas para mejorar la salud de los participantes.
Mediante estudios científicos también se han hallado múltiples causas genéticas de las ALCC en la familia de genes Ras, concretamente en el gen KRAS, que dan lugar a distintos fenotipos de flujo linfático central. En un estudio reciente, los investigadores científicos del Laboratorio Sheppard y sus colaboradores del CHOP utilizaron células linfáticas humanas y larvas de pez cebra para mostrar las malformaciones linfáticas de las personas con variantes de KRAS mosaico causantes de enfermedades . Mediante un enfoque de medicina de precisión, el equipo identificó una terapia dirigida molecularmente conocida como inhibidor de MEK, utilizada comúnmente para tratar algunos tipos de cáncer. El posible tratamiento sienta las bases para futuros estudios clínicos.
“Con el uso del pez cebra queremos entender cómo estos cambios genéticos provocan estas malformaciones. ¿Cómo podemos tratar mejor las malformaciones con los medicamentos existentes? ¿Existen medicamentos que funcionan mejor que otros?”, indica la doctora Sheppard. “Me resulta muy emocionante observar los distintos modelos de pez cebra o formar una hipótesis diferente a partir de datos nuevos”.
Fuera del laboratorio, la doctora Sheppard también atiende a pacientes cada mes en la clínica de anomalías vasculares del CHOP, donde completó su residencia antes de trasladarse al NICHD. Aunque su programa de investigación científica ha progresado, la doctora Sheppard reconoce que los pacientes y sus familias se enfrentan a un camino largo e incierto en la atención de afecciones poco frecuentes. Para ayudar a abordar la falta de información y recursos para los padres, se asoció con una organización de defensa del paciente, colegas y un defensor de los padres para crear una guía de apoyo prenatal para padres de niños con afecciones poco frecuentes . Escrita para ayudar a aliviar el estrés y abordar el bienestar y el autocuidado de los padres, la guía ofrece información y recursos en seis idiomas para capacitar a los futuros padres cuyo embarazo tiene un diagnóstico de enfermedad poco frecuente.
“Existen aproximadamente 7,000 enfermedades poco frecuentes, y las anomalías vasculares son una pequeña parte de ellas”, señala Bryan Sisk, M.D., profesor adjunto de la División de Hematología y Oncología Pediátricas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en San Luis. “Lo que realmente tenemos que hacer es idear formas de hacer llegar la información adecuada a las manos de la persona adecuada en el momento adecuado para facilitar la educación y las derivaciones”.
Un colega del doctor Cohen y médico del equipo de atención de Ruby, el doctor Sisk, orientó a la familia Cohen hacia la atención en el CHOP, lo que los condujo al programa de investigación científica de la doctora Sheppard. Entre otros proyectos de investigación científica, el doctor Sisk estudia los factores que facilitan o dificultan para los pacientes y las familias con anomalías vasculares el acceso a la atención médica y su recorrido. Actualmente está trabajando en la creación de una red de colaboración en internet para médicos que trabajan con pacientes con problemas vasculares.
El doctor Cohen dice que se siente afortunado de ejercer en un hospital donde puede acceder a expertos y derivaciones para Ruby, pero reconoce que “es difícil que todos los niños reciban ese estándar de atención”. Espera que el trabajo del Laboratorio Sheppard continúe hacia el “santo grial” de desarrollar tratamientos específicos que sean eficaces, seguros y tolerables para las personas con anomalías vasculares. Mientras tanto, el viaje de su familia continúa con el apoyo de una creciente comunidad de investigadores científicos, defensores y familias, así como también del campamento de verano favorito de Ruby. Sin embargo, Ruby no asistirá este verano:
sus padres la sorprendieron con entradas para el Eras Tour.