Novedades científicas: Un estudio en ratones vincula el cultivo de embriones después de la FIV con un crecimiento placentario y fetal reducido

Los hallazgos ofrecen una posible explicación de la mayor tasa de complicaciones observadas en embarazos por FIV

Jueves, Junio 18, 2020
Placa de cultivo de FIV con instrumentos médicos bajo microscopio.
Imagen de archivo.

Un estudio en ratones financiado por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) sugiere que un paso en el procedimiento de fertilización in vitro (FIV) podría explicar la mayor tasa de complicaciones en embarazos producidos mediante esta forma de tecnología de reproducción asistida (TRA). Los investigadores vincularon el cultivo de embriones en placas de laboratorio después de la fertilización con una alteración en el crecimiento de la placenta, menor tamaño fetal y mayor riesgo de preeclampsia, un trastorno grave de la presión arterial relacionado con el embarazo.

El estudio fue realizado por Marisa Bartolomei, Ph.D., de la Universidad de Pensilvania, y sus colegas. Aparece en Development. El estudio fue financiado por el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano (NICHD) Eunice Kennedy Shriver de los NIH.

Antecedentes

Los embarazos producidos mediante la TRA tienen un mayor riesgo de desarrollo anormal de la placenta, parto prematuro, aborto espontáneo, preeclampsia y otras complicaciones del embarazo, y bebés que nacen demasiado pequeños, o demasiado grandes, para su edad gestacional. Los investigadores no saben si estos riesgos se deben a los tratamientos de infertilidad, la infertilidad subyacente de las parejas o una combinación de ambos. En estudios previos en ratones, se halló un crecimiento excesivo de las placentas de fetos de ratones concebidos por TRA, así como cambios epigenéticos en el ADN placentario, modificaciones químicas del ADN, pero ningún cambio en la composición del ADN en sí.

"La pregunta siempre ha sido '¿El aumento del riesgo es una función de la infertilidad o se debe a estos procedimientos?' porque todas estas manipulaciones se hacen fuera del entorno normal", dice la Dra. Bartolomei.

La FIV consta de cinco pasos: estimulación de los ovarios con hormonas para que el óvulo madure, procedimiento quirúrgico para recuperar los óvulos maduros del ovario, mezcla del óvulo con esperma para fertilizarlo, incubación del óvulo fertilizado en una placa de laboratorio hasta que se convierta en un embrión y transferencia del embrión al útero.

Para el estudio actual, los autores separaron estos pasos, establecieron embarazos en ratones después de cada procedimiento y observaron cómo progresaban los embarazos de los animales.

Resultados

En comparación con los embarazos naturales, las placentas producidas por los embriones concebidos naturalmente y transferidos al útero de otro animal fueron más grandes, y los fetos crecieron más lentamente, hasta la mitad del embarazo. Estas condiciones también ocurrieron en ratones hembra cuyos óvulos se estimularon para que maduraran con hormonas y se fertilizaron de forma natural, cuyos embriones se produjeron por FIV, y cuyos óvulos se fertilizaron in vitro y cultivaron en placas de laboratorio antes de la transferencia.

En la mitad del embarazo, todos los fetos alcanzaron a aquellos en embarazos naturales, excepto los producidos por embriones cultivados. En estos embarazos, las placentas se mantuvieron grandes, los fetos fueron más pequeños y el ADN placentario experimentó cambios epigenéticos. Los ratones que tenían fetos producidos por embriones cultivados también tenían niveles más altos de sFLT-1, una proteína generada por la placenta y relacionada con preeclampsia.

Importancia

Los autores pidieron una investigación adicional para comprender las condiciones a las que está expuesto el embrión en el útero y para comparar estas condiciones en los embriones cultivados.

Referencia

Vrooman, LA, et al. Assisted reproductive technologies induce temporally specific placental defects and the preeclampsia risk marker sFLT1 in mouse. Development. 2020.

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