
La depresión desde las seis semanas de gestación hasta el final del embarazo puede aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca y de los vasos sanguíneos hasta dos años después del nacimiento, sugiere un análisis financiado por los Institutos Nacionales de Salud.
Los investigadores que analizaron las reclamaciones de seguros de salud correspondientes a casi 120 000 embarazos concluyeron que las mujeres con depresión prenatal tenían un mayor riesgo de cardiopatía isquémica (disminución del flujo sanguíneo al corazón debido a vasos sanguíneos estrechos), arritmia y paro cardíaco (latidos cardíacos irregulares que provocan una parada repentina de los latidos cardíacos), miocardiopatía (músculo cardíaco que tiene dificultad para bombear sangre) y presión arterial alta, en comparación con mujeres embarazadas sin depresión.
El estudio fue realizado por Katherine Ahrens, Ph.D., de la University of Southern Maine [Universidad de Maine del Sur], junto a otros colegas. Aparece en el Journal of the American Heart Association. El financiamiento provino del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver de los NIH.
Antecedentes
Las enfermedades cardiovasculares representan una de cada tres muertes relacionadas con el embarazo. Aunque la depresión se asocia con enfermedades cardiovasculares en personas que no están embarazadas, el papel de la depresión prenatal en las enfermedades cardiovasculares asociadas con el embarazo ha sido poco estudiado.
Para el estudio actual, los investigadores analizaron las reclamaciones relacionadas con embarazos a partir de una base de datos de seguros de salud del estado de Maine para partos entre 2007 y 2019. La depresión se clasificó como prenatal si había sido diagnosticaba desde las seis semanas de gestación hasta la fecha del parto. Los autores compensaron estadísticamente otros factores que se sabe que aumentan el riesgo de enfermedad cardíaca, como depresión, hipertensión o diabetes antes del embarazo, obesidad o tabaquismo.
Resultados
Dentro de los dos años posteriores al embarazo, aquellas mujeres que habían tenido depresión prenatal tenían un 83 % más de riesgo de cardiopatía isquémica, un 60 % más de riesgo de arritmia o paro cardíaco, un 61 % más de riesgo de cardiomiopatía y un 32 % más de riesgo de hipertensión, en comparación con mujeres embarazadas sin depresión.
Datos relevantes
Una posible explicación de los hallazgos es que la depresión conduce a la inflamación de los vasos sanguíneos, lo cual se sabe que precede a la cardiopatía isquémica. Otra explicación es que la depresión puede conducir a la inactividad, lo cual también se sabe que contribuye a enfermedades cardiovasculares. Los autores agregaron que los datos sobre las enfermedades cardiovasculares que ocurren después de la depresión prenatal podrían ayudar a mejorar los esfuerzos en detección y prevención de esta afección.
Referencia
Ackerman-Banks, CM. et al. Association of prenatal depression with new cardiovascular disease within 24 months postpartum. Journal of the American Heart Association. 2023. DOI: 10.1161/JAHA.122.028133