Al principio de la pandemia por COVID-19, los consumidores vaciaron los estantes de papel higiénico y desinfectante para manos de las tiendas. Más de dos años después, persiste la escasez relacionada con la pandemia. Recientemente, la disponibilidad limitada de fórmula infantil ha causado estrés a muchas familias y ha sido particularmente devastador para aquellas con bebés que dependen de fórmulas especiales para satisfacer sus necesidades médicas.
Aunque la escasez de fórmula comenzó en 2020, la situación empeoró drásticamente en febrero de este año cuando un importante proveedor anunció un retiro voluntario y cesó la producción en una de sus plantas. Abordar los problemas prácticos, logísticos y de seguridad asociados con dicha escasez queda fuera del ámbito del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver (NICHD). Sin embargo, la escasez aguda reciente subraya cuán importante es la fórmula infantil para la salud de los niños en este país, por lo que este es un momento oportuno para reflexionar sobre el trabajo de nuestro instituto a fin de avanzar en la investigación sobre nutrición infantil.
Por razones médicas, personales, sociales y socioeconómicas, muchos padres y cuidadores dependen total o parcialmente de la fórmula infantil para mantener a sus hijos bien alimentados. Las fórmulas infantiles de hoy en día ofrecen a los bebés una nutrición completa, pero no replican con precisión la leche humana.
La leche humana es enormemente compleja, contiene cientos de componentes que varían de una persona lactante a otra y cambian con el tiempo según las necesidades del bebé. No es solo un compuesto de estos componentes, sino un sistema biológico activo. Alimentar a un bebé con leche humana ofrece protección contra infecciones infantiles comunes y puede reducir el riesgo de desarrollar otras enfermedades, como asma, obesidad y diabetes. Una de las metas ambiciosas del NICHD es optimizar la supervivencia infantil al sintetizar la leche humana. Así, se capturan todos sus componentes y propiedades, y se individualiza según las características de la madre del bebé.
Fortalecer nuestra comprensión de la biología de la leche humana es esencial para avanzar hacia este objetivo, y el NICHD tiene una larga trayectoria en este tipo de investigación. Por ejemplo, el proyecto Breastmilk Ecology: Genesis of Infant Nutrition (BEGIN) explora la leche humana como un sistema biológico complejo y trabaja para desentrañar los aportes de la madre lactante, el bebé y el entorno. El NICHD está financiando múltiples proyectos de investigación dentro de este espacio, incluido el trabajo para comprender qué componentes de la leche humana contribuyen a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares de los bebés amamantados más adelante en la vida , cómo las variaciones en la comunidad microbiana de la leche pueden afectar la mastitis , y cómo la leche humana fortificada puede mejorar la salud a largo plazo de los bebés prematuros.
Aprender más sobre cómo la composición dinámica de la leche humana afecta el desarrollo infantil y la futura susceptibilidad a enfermedades relacionadas con la dieta es una prioridad para los Institutos Nacionales de la Salud (NIH). La Oficina de Investigación de Nutrición de los NIH emitió recientemente una solicitud de información sobre el papel de la dieta, el entorno alimentario y las exposiciones relacionadas en los orígenes del desarrollo de la salud y las enfermedades. Esto incluye ideas para mejorar el conocimiento de la composición de la leche humana, en línea con los objetivos del Plan Estratégico de los NIH para la Investigación de la Nutrición 2020-2030 .
Tal investigación llama la atención sobre la posibilidad de que las sustancias biológicamente activas que se identificaron en los últimos tiempos en la leche humana puedan agregarse a la fórmula infantil para mejorar la salud infantil. El otoño pasado, el NICHD copatrocinó un taller sobre ingredientes bioactivos en la fórmula infantil centrado en el estado de la ciencia de los componentes bioactivos de la leche humana y sus análogos y las implicaciones de seguridad de su inclusión en la fórmula infantil. El taller identificó varias áreas de investigación necesarias para fundamentar las decisiones regulatorias y de salud pública sobre el uso de estos ingredientes, y el NICHD emitió recientemente un aviso de especial interés para apoyar el trabajo y así llenar estos vacíos de conocimiento.
La pandemia por COVID-19 ha creado innumerables desafíos para todos nosotros, desde la escasez de productos hasta la capacidad limitada para reunirse de forma presencial. Sin embargo, también ha resaltado la importancia de trabajar para lograr metas ambiciosas. La velocidad con la que se desarrollaron, evaluaron y autorizaron las vacunas contra el COVID-19 no habría sido posible sin más de una década de investigación previa en vacunas de ARNm. Esperamos con ansias lo que depara el futuro para el progreso hacia la síntesis de la leche humana y la búsqueda de otras metas ambiciosas del NICHD.