Novedades de la ciencia: un estudio financiado por los NIH sugiere que una técnica de resonancia magnética puede predecir un crecimiento fetal deficiente y un tamaño pequeño al nacer

Jueves, Septiembre 7, 2023
Grabado antiguo de la placenta humana.
Crédito: Imagen de archivo

Una técnica de resonancia magnética (IRM) administrada ya en la semana 14 de embarazo puede predecir las posibilidades de un crecimiento fetal deficiente. La técnica mide la capacidad de la placenta para suministrar sangre al feto. Parece permitir un diagnóstico más temprano que la técnica estándar (la ecografía de la placenta), que puede diagnosticar reducciones en el flujo sanguíneo materno a la placenta entre las 20 y 24 semanas. La detección temprana de restricción del crecimiento fetal y de aquellos en riesgo de ser pequeños para su edad gestacional al nacer puede provocar estrategias para tratar estas afecciones.

El estudio fue realizado por Sherin U. Devaskar, MD, y colegas de la Universidad de California en Los Ángeles. Aparece en Placenta. El financiamiento fue otorgado por el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver y el entro Nacional para el Avance de las Ciencias Traslacionales.

Antecedentes

La restricción del crecimiento intrauterino se refiere al crecimiento deficiente del feto en el útero. Pequeño para la edad gestacional significa que un feto o un bebé es más pequeño o está menos desarrollado de lo normal para el sexo y la edad gestacional del bebé. Al principio del embarazo, las arterias de la pared del útero se ensanchan y suministran sangre materna al feto. Se cree que el hecho de que las arterias de la pared del útero no se ensanchen lo suficiente en el contenido de Inglés es una de las posibles causas de la restricción del crecimiento intrauterino y de que un bebé sea pequeño para la edad gestacional. Si las arterias no se ensanchan lo suficiente, se priva al feto de los nutrientes y el oxígeno que necesita para crecer. Esta falta también puede provocar preeclampsia en el contenido de Inglés, una complicación del embarazo potencialmente mortal que provoca presión arterial alta y proteínas en la orina.

Para el estudio actual, los investigadores consideraron que cualquiera de estas tres condiciones en un embarazo era un indicio de enfermedad placentaria isquémica, que es un suministro insuficiente de sangre materna al feto.

Las participantes del estudio se sometieron a una IRM de la placenta entre las semanas 14 y 16 de gestación y entre las semanas 19 y 24. En cada exploración, se tomaron medidas del volumen placentario total, el grado de perfusión (sangre materna que contenía la placenta) y el contenido de oxígeno de la sangre placentaria.

Resultados

Un total de 181 participantes participaron en el estudio. De ellas, 30 tenían enfermedad placentaria isquémica, y 151 no. Aquellas con enfermedad placentaria isquémica tenían más probabilidades de tener un volumen placentario, perfusión y contenido de oxígeno más pequeños que aquellas que no la tenían.

Entre aquellas con enfermedad isquémica placentaria, 17 tenían preeclampsia (3 con fetos con restricción del crecimiento intrauterino que, luego, nacieron pequeños para la edad gestacional). Entre aquellas con preeclampsia, 2 desarrollaron preeclampsia antes de las 34 semanas, y el resto la desarrolló después de 34 semanas. Un total de 11 tenían restricción del crecimiento intrauterino, y 5 tenían recién nacidos pequeños para la edad gestacional.

En comparación con las placentas de las participantes sin enfermedad placentaria isquémica, las placentas de las participantes con fetos con crecimiento restringido y bebés pequeños para la edad gestacional tuvieron las mayores diferencias en el volumen placentario, la perfusión y el contenido de oxígeno. De las placentas de embarazos que posteriormente desarrollaron preeclampsia, solo aquellas con preeclampsia antes de las 34 semanas difirieron significativamente de las de las participantes sin preeclampsia. Los casos con preeclampsia temprana también tuvieron restricción del crecimiento intrauterino y nacimientos de bebés pequeños para la edad gestacional. Los autores teorizaron que la preeclampsia antes de las 34 semanas puede ser una forma diferente y más grave de la enfermedad que la preeclampsia que se desarrolla más tarde.

Datos relevantes

Los autores observaron que, en sus resultados, se predijo una restricción del crecimiento intrauterino y nacimientos pequeños para la edad gestacional debido a un ensanchamiento insuficiente de las arterias uterinas entre las semanas 14 y 16, mucho antes que en los estudios anteriores.

Próximos pasos

Los autores pidieron un estudio más grande para verificar sus resultados. Si se pueden confirmar los resultados, el método podría usarse para identificar temprano los embarazos con riesgo de restricción del crecimiento intrauterino y los nacimientos de bebés pequeños para la edad gestacional, de modo que los embarazos con riesgo puedan diagnosticarse antes y monitorearse más intensamente para detectar signos de problemas. De manera similar, la identificación temprana de estas condiciones podría fomentar estudios sobre intervenciones y tratamientos más tempranos.

Referencia

Lee, B, et al. Early pregnancy imaging predicts ischemic placental disease. Placenta. 2023. https://doi.org/10.1016/j.placenta.2023.07.297 en el contenido de Inglés Notificacion de salida.