Artículo de interés: Informe de los NIH recomienda estrategias para progresar en la investigación sobre la enterocolitis necrosante

Jueves, Septiembre 19, 2024
La mano de una persona adulta sostiene la pequeña mano de un bebé prematuro.
Crédito: Imagen de archivo

Un informe publicado esta semana por los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés) proporciona 17 recomendaciones en el contenido de Inglés (PDF 1 MB) para mejorar la evidencia científica sobre la enterocolitis necrosante (NEC, por sus siglas en inglés), una afección gastrointestinal que es una de las principales causas de enfermedad y muerte entre los bebés prematuros. El informe, solicitado en agosto de 2024 por la Secretaría del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés), identifica las significativas limitaciones que existen sobre la comprensión de la enterocolitis necrosante, y la relación entre las prácticas de alimentación de bebés prematuros y el desarrollo de la enfermedad.

“Se estima que en los Estados Unidos un bebé fallece cada día debido a la enterocolitis necrosante”, dijo Diana W. Bianchi, doctora en medicina, neonatóloga y directora del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver (NICHD, por sus siglas en inglés), que lideró el desarrollo del informe. “Lo que está claro es que la forma más prometedora de prevenir esta enfermedad es prevenir los nacimientos prematuros. Necesitamos mucha más investigación en esta área”.

Las recomendaciones del informe están basadas en información recolectada durante tres reuniones del “Grupo de trabajo sobre bebés prematuros con enterocolitis necrosante” (NEC in Preterm Infants Working Group) del Consejo Nacional de Asesoría sobre Salud Infantil y Desarrollo Humano del NICHD, un comité oficial federal de asesoría. El grupo de trabajo incluyó a científicos de laboratorios, a neonatólogos, a especialistas en ensayos clínicos y a representantes de organizaciones nacionales de pediatría y a grupos de apoyo y defensa.

El grupo concordó en que la enterocolitis necrosante tiene muchos factores asociados de riesgo, y su desarrollo en los bebés prematuros no es bien comprendida. También hubo consenso sobre que la mejor estrategia para reducir la enterocolitis necrosante es reducir los nacimientos prematuros en general. Mientras que algunos bebés con periodos normales de gestación también desarrollan enterocolitis necrosante, esos bebés tienden a tener problemas cardiacos que pueden indicar que su enfermedad es diferente o que tienen diferentes causas que la enterocolitis necrosante de bebés prematuros. En situaciones donde el nacimiento prematuro no se puede evitar, el grupo llamó al desarrollo de más investigación sobre las formas de prolongar el embarazo más allá de las 28 semanas de gestación, para bajar el riesgo de que la enterocolitis necrosante se desarrolle.

Otro hallazgo mencionado en el informe es que la relación entre la alimentación y el desarrollo de la enterocolitis necrosante no está clara. La evidencia disponible sustenta la hipótesis de que la ausencia de leche humana en la alimentación de un bebé está asociada a un riesgo más alto de desarrollar la enterocolitis necrosante, pero se necesitan investigaciones adicionales para vincular los mecanismos subyacentes que causan la enterocolitis necrosante, con los componentes de la leche humana que podrían ayudar a prevenir la enfermedad. Realizar más estudios es también clave para determinar por qué algunos bebés alimentados con leche humana aún desarrollan la enterocolitis necrosante. Tener un mejor entendimiento de estos mecanismos podría también ayudar a definir y rastrear mejor la enfermedad, encontrar marcadores biológicos para diagnosticar la enterocolitis necrosante más tempranamente, y encontrar y probar posibles tratamientos para prevenirla y tratarla.

En general, aún existen vacíos en el rango de conocimiento sobre la nutrición óptima, los métodos de alimentación ideales y las prácticas de enriquecimiento de la alimentación para los bebés, particularmente para los que nacen con muy poco peso (por debajo de las 3.3 libras). Considerando que un progenitor o progenitora podría no poder producir suficiente leche para un bebé prematuro, se necesita más investigación para encontrar formas de mejorar la producción de leche, optimizar los componentes beneficiosos de la leche humana (ya sea del progenitor o progenitora, o de un donante de leche) y reducir las desigualdades que les impiden a los progenitores amamantar y la extracción de leche, y el acceso a la leche donada.