Un estudio financiado por los NIH demuestra que el consejo del médico puede reducir una práctica potencialmente mortal
El porcentaje de encargados de cuidados nocturnos que informaron que un lactante suele compartir la cama con los padres, otro adulto o un niño, aumentó a más del doble entre 1993 y 2010, según los investigadores de los Institutos Nacionales de Salud y de otras instituciones.
Los investigadores también encontraron que los consejos de los médicos podrían reducir considerablemente esta práctica potencialmente mortal. Los encargados del cuidado que percibieron que sus médicos están en contra de compartir la cama fueron alrededor de un 34 por ciento menos propensos a reportar que el bebé habitualmente compartía una cama, en comparación con los encargados que no recibieron ningún consejo.
Basándose en las respuestas de casi 20.000 personas, los investigadores informaron que la proporción de bebés que comparten una cama con alguien más aumentó del 6,5 por ciento al 13,5 por ciento durante los 17 años de duración del estudio. La mayor parte, el 85 por ciento, comparten la cama con sus padres.
Compartir una cama, con un adulto o con otro niño, aumenta el riesgo de que un bebé fallezca a causa del síndrome de muerte súbita del lactante, o SMSL, o debido a otras causas relacionadas con el sueño. Para reducir el riesgo de muertes relacionadas con el sueño de los bebés, la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) recomienda que los bebés duerman en la misma habitación que los encargados de su cuidado, pero no en la misma cama. Las cunas, las cunas portátiles tipo moisés o los corralitos (corrales) que cumplen con las normas de seguridad se pueden colocar junto a la cama del encargado. Nunca se debe poner a dormir a los bebés en una cama para adultos.
Los encargados del cuidado eran mucho menos propensos a informar que el bebé compartía la cama si percibían que sus médicos estaban en contra de la práctica. Los investigadores también encontraron que si los médicos daban el consejo a los encargados que percibieron como neutral el compartir la cama, sus bebés eran más propensos a compartir la cama que los bebés de encargados cuyos médicos no les daban ningún consejo en absoluto.
"Es importante que los médicos hablen sobre los hábitos a la hora de dormir con los nuevos padres a fin de transmitir con claridad los riesgos de compartir la cama", dijo Marian Willinger, Ph.D., coautora del estudio y asistente especial para el SMSL en el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver (NICHD).
La autora principal Eva R. Colson, M.D., de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale, en New Haven, Connecticut, realizó la investigación con la doctora Willinger y sus colegas de la Universidad de Yale, la Universidad de Boston y el Departamento de Salud Pública de Massachusetts, en Boston.
Sus hallazgos aparecen en la revista JAMA Pediatrics.
El SMSL consiste en el fallecimiento inexplicable de un niño durante el primer año de vida. En 1992, la AAP publicó su recomendación de que los bebés sean puestos a dormir boca arriba. Dos años más tarde, el NICHD y sus socios lanzaron la campaña Back to Sleep (Dormir Boca Arriba). La tasa de SMSL en los Estados Unidos ha bajado en un 50 por ciento desde entonces. Sin embargo, en ese momento, los investigadores reportaron un incremento en otras muertes infantiles inesperadas, como resultado, por ejemplo, de asfixia accidental, atrapamiento en la ropa de cama o debido a otras causas.
Basándose en las nuevas recomendaciones de la AAP, en el año 2011 el NICHD y sus socios ampliaron la campaña Back to Sleep para incluir la información que los padres y los encargados del cuidado pueden utilizar para reducir el riesgo de otras causas inesperadas de muerte infantil relacionadas con el sueño, además del SMSL. Estas incluyen atrapamiento y asfixia. La campaña ampliada se conoce como Durmiendo Seguros (Safe to Sleep ).
Cada año desde 1993 hasta 2010, los investigadores del Estudio Nacional Sobre Posición Para Dormir del Bebé (National Infant Sleep Position Study ) encuestaron a más de 1.000 personas acerca de las prácticas de sueño de sus bebés. Alrededor del 85 por ciento de los encuestados eran las madres de los bebés.
Los investigadores encontraron que en el transcurso del estudio de 17 años, el compartir la cama se hizo más común en todos los grupos étnicos y raciales. Al utilizar un cálculo promedio variable de tres años, encontraron que entre los niños de raza blanca la proporción de los que habitualmente compartían la cama aumentó del 4,9 por ciento en 1993 al 9,1 por ciento en 2010. Para los bebés hispanos, el porcentaje de los que habitualmente compartían la cama se elevó del 12,5 por ciento en 1993 al 20,5 por ciento en 2010. Con los bebés afroamericanos, el porcentaje de los que habitualmente compartían la cama aumentó del 21,2 por ciento al 38,7 por ciento durante el mismo período de tiempo.
"La disparidad en los hábitos nocturnos ha aumentado en los últimos años", dijo la doctora Colson. "Dado que los bebés afroamericanos ya corren un mayor riesgo de sufrir el SMSL, esta tendencia es objeto de preocupación".
Más de la mitad de los encargados del cuidado encuestados desde 2006 informaron que no habían recibido consejo de su médico con respecto a compartir la cama.
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Acerca del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver (NICHD): El NICHD patrocina investigaciones sobre el desarrollo, anterior y posterior al nacimiento; salud materna, infantil y familiar; asuntos de reproducción biológica y demográficos; y la rehabilitación médica. Para más información, visite el sitio web del Instituto: https://espanol.nichd.nih.gov.
Acerca de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH): Los NIH, conforman la agencia médica de investigación nacional que incluye 27 Institutos y Centros, siendo un componente del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EEUU. Los NIH conforman la principal agencia federal que realiza y apoya la investigación básica, clínica, y la investigación médica aplicada; e investiga las causas, los tratamientos, y las curaciones para enfermedades comunes y raras. Para más información sobre NIH y sus programas, visite: http://www.nih.gov.