Las personas con altos niveles de dos “químicos eternos” (también llamados “químicos para siempre”, “químicos permanentes” o “químicos perpetuos”) durante el embarazo pesaron más y tenían una concentración más alta de grasa a una mediana edad que aquellas con niveles más bajos de esos químicos, de acuerdo con un estudio financiado por el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver (NICHD, por sus siglas en inglés). Los químicos perpetuos, conocidos técnicamente como sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS 
, por sus siglas en inglés), han sido usadas por un largo tiempo en utensilios antiadherentes para cocinar, telas resistentes a las manchas, cosméticos y otros productos de consumo. Las PFAS permanecen en el ambiente y pueden acumularse en los tejidos.
Y de forma inversa, el estudio también encontró que las personas con un nivel más alto de otras dos PFAS tenían un peso y mediciones de grasa más bajos que las personas con los niveles más bajos de estos químicos.
El estudio fue dirigido por Jordan A. Burdeau, doctorada, de la Escuela de Salud Pública Harvard T.H. Chan, y sus colegas. Aparece en la revista The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism.
Antecedentes
Subir demasiado de peso durante el embarazo está asociado al desarrollo de obesidad más tarde en la vida. Se sospecha que las PFAS también contribuyen a la obesidad . Pueden interactuar con las moléculas de las superficies de las células (receptores) y contribuir a la formación de tejido graso . Unos pocos estudios han sido realizados sobre las concentraciones de las PFAS y el incremento de peso hasta 11 años después del embarazo. Los autores realizaron el estudio actual para investigar la relación potencial entre las concentraciones de las PFAS temprano en el embarazo y en la obesidad a mediana edad.
Resultados
Para el estudio actual, los investigadores analizaron información de 547 participantes de un estudio anterior que había inscrito a personas embarazadas antes de la semana 22 de gestación. Los investigadores compararon las concentraciones de las PFAS en el plasma, tomadas al momento de la inscripción, con las medidas de peso y grasa corporal tomadas 17 a 20 años más tarde.
Los participantes en el percentil 75 de niveles de concentraciones de sulfonatos de perfluorooctano (PFOS, por sus siglas en inglés) pesaban en promedio 7.7 kilos más (casi 17 libras) que aquellos en el percentil 25. De forma similar, aquellos en el percentil 75 de niveles de PFOS tenían una masa de grasa en el tronco (grasa en el abdomen, pecho y espalda) 1.2 kilos más grande en promedio (alrededor de 2.7 libras) que aquellos en el percentil 25. También tenían una masa total promedio de grasa corporal que era de 3 kilos (casi 7 libras) más grande que aquellos del percentil 25.
Aquellos con un nivel de PFOS que era más del doble de los participantes con el nivel más bajo de PFOS, pesaban un promedio de 3.8 kilos más (más de 8 libras) que aquellos con el nivel más bajo.
Adicionalmente, aquellos con el doble de niveles de acetato 2-(N-etil-perfluorooctano sulfonamido) pesaban 2.3 kilos más (alrededor de 5 libras) que aquellos con la cantidad más baja del compuesto.
De forma contraria, aquellos con los niveles más altos de ácido perfluorononanoico y sulfonato de perfluorohexano pesaron menos y tuvieron mediciones más bajas de grasa en comparación con quienes tenían niveles más bajos de esos compuestos.
Importancia
Los autores concluyeron que el embarazo podría ser un periodo sensible, donde ciertas PFAS podrían incrementar la posibilidad de desarrollar obesidad más tarde en la vida, junto con el riesgo asociado de desarrollar enfermedades del corazón. Sugieren la realización de estudios más grandes para confirmar estos hallazgos. Los resultados de esos estudios podrían servir para crear intervenciones que protejan contra la obesidad y contra las enfermedades del corazón a mediana edad.
Referencia
Burdeau, JA, et al. Early pregnancy plasma per- and polyfluoroalkyl substances (PFAS) and maternal midlife adiposity. The Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism. 2024.
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