Los bebés tratados para prevenir daños cerebrales pueden necesitar monitoreo durante la fase de recalentamiento
Los recién nacidos que se someten a enfriamiento de todo el cuerpo después de la falta de oxígeno (que se ha demostrado que previene el daño cerebral y la muerte) tienen un alto riesgo de sufrir convulsiones durante la fase de recalentamiento del tratamiento, según indica un estudio financiado por los Institutos Nacionales de la Salud. Los hallazgos indican que las ondas cerebrales de los bebés deben monitorearse continuamente para detectar convulsiones durante el recalentamiento, que de otro modo podrían pasar desapercibidas y provocar discapacidad o la muerte. Lina Chalak, M.D., de la Universidad de Texas, dirigió el estudio, que fue realizado por la Red de Investigación Neonatal financiada por el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano (NICHD) Eunice Kennedy Shriver. Aparece en JAMA Neurology.
El Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares proporcionó fondos adicionales.
Antecedentes
La encefalopatía isquémica hipóxica (EIH) ocurre cuando el cerebro de un bebé no recibe suficiente oxígeno o sangre antes o durante el nacimiento. La afección puede resultar de la compresión de la placenta o del cordón umbilical, el desgarro de la placenta de la pared uterina antes del nacimiento o la ruptura del útero.
Un estudio financiado por el NICHD publicado en 2005 
descubrió que reducir la temperatura corporal de los bebés nacidos a término que habían experimentado EIH a aproximadamente 92 grados Fahrenheit dentro de las primeras 6 horas de vida durante 72 horas minimizó sus posibilidades de discapacidad o muerte. Debido a que estudios posteriores descubrieron que los bebés eran susceptibles a convulsiones durante el período de enfriamiento, se los monitoreó con electroencefalografía, una técnica que rastrea la actividad eléctrica del cerebro. Aunque las convulsiones generalmente no causan síntomas visibles, pueden dañar el cerebro. Sin embargo, por lo general, su actividad cerebral no fue monitoreada durante el período de recalentamiento, en el cual se permitió que su temperatura corporal volviera gradualmente a la normalidad.
Un estudio financiado por el NICHD publicado en 2014 comparó el período de enfriamiento estándar de 72 horas a 92 grados con un período de enfriamiento de 120 horas a 92 grados, un período de enfriamiento de 72 horas a casi 90 grados y un período de enfriamiento de 120 horas a casi 90 grados. Este estudio descubrió que el tratamiento estándar es más efectivo que las alternativas propuestas.
Para el estudio actual, los investigadores analizaron los registros electroencefalográficos del estudio de 2014, al comparar las últimas 12 horas de enfriamiento y las primeras 12 horas de recalentamiento. Se incluyeron en el análisis un total de 120 recién nacidos: 66 se habían enfriado durante 72 horas (grupo A) y 54 durante 120 horas (grupo B).
Resultados
El análisis mostró que más bebés tuvieron convulsiones durante el período de recalentamiento que en el período de enfriamiento. Para el grupo A, el 27% tuvo convulsiones durante el recalentamiento frente al 14% que las tuvo durante el enfriamiento; para el grupo B, fue del 21% frente al 10%. Cuando tenían 2 años, los niños que tenían convulsiones durante el recalentamiento tenían un 70% más de probabilidades de morir o experimentar una discapacidad de moderada a grave que los que no habían tenido convulsiones durante el recalentamiento.
Importancia
No se sabe cómo prevenir las convulsiones entre los bebés que se someten a una terapia de enfriamiento para la EIH. Sin embargo, tratar las convulsiones cuando ocurren puede reducir el riesgo de más daño cerebral, explicó el Dr. Chalak.
"Este estudio nos dice que existe una oportunidad sin explotar para mejorar la atención de estos bebés durante el recalentamiento al hacer del monitoreo una parte estándar del protocolo", aseguró.
Referencia
Chalak, LF, et al. Association of increased seizures during rewarming with abnormal neurodevelopmental outcomes at 2-year follow-up: a nested multisite cohort study. JAMA Neurology. 2021.
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Acerca del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver (NICHD): El NICHD lidera la investigación y la capacitación para comprender el desarrollo humano, mejorar la salud reproductiva, mejorar la vida de niños y adolescentes, y optimizar las habilidades para todos. Si desea más información, visite https://espanol.nichd.nih.gov.
Acerca de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH): NIH, la agencia de investigación médica de los EE. UU., incluye 27 institutos y centros, y es un componente del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EE. UU. NIH es la principal agencia federal que realiza y apoya investigaciones médicas básicas, clínicas y traslacionales, y que investiga las causas, los tratamientos y las curas para enfermedades comunes y raras. Para obtener más información sobre los NIH y sus programas, visite https://salud.nih.gov.
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