QUÉ:
Según un estudio realizado por los investigadores de los Institutos Nacionales de Salud, los niños pequeños con antecedentes de problemas de alimentación en los primeros tres años de vida tienen más probabilidades de recibir puntuaciones bajas en las evaluaciones del desarrollo infantil. Los hallazgos sugieren que los niños con múltiples problemas de alimentación (llorar con frecuencia durante las comidas, alejar la comida, experimentar náuseas y otros) pueden beneficiarse de las evaluaciones para detectar un retraso en el desarrollo. El diagnóstico temprano de los trastornos del desarrollo es clave para que los niños reciban la ayuda que necesitan.
El estudio fue realizado por Diane Putnick, Ph.D., y sus colegas de la División de Epidemiología del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano (NICHD) Eunice Kennedy Shriver de los NIH.
Los investigadores analizaron los datos de más de 3500 niños de Upstate KIDS, un estudio de aquellos niños nacidos entre 2008 y 2010 en el estado de Nueva York. Las madres respondieron a los cuestionarios y calificaron los patrones de alimentación y los hitos del desarrollo de sus hijos a los 18, 24 y 30 meses de edad. En comparación con los niños sin problemas de alimentación, los niños con puntuaciones altas en problemas de alimentación en una o dos edades tenían más del doble de probabilidades de perderse un hito del desarrollo. Los niños con problemas de alimentación en las tres edades tenían el cuádruple o más de probabilidades de perderse un hito.
Los investigadores notaron que es probable que los problemas de alimentación no causen un retraso en el desarrollo. Más bien, los problemas asociados con un retraso en el desarrollo, como los problemas neurológicos no diagnosticados, las dificultades de comunicación o la falta de habilidades de motricidad fina, pueden ser la base de los problemas de alimentación. Agregaron que los problemas de alimentación solo a los 18 y 24 meses podrían ser el resultado de variaciones temporales en la maduración. Sin embargo, los niños con problemas de alimentación que persisten hasta los 30 meses tienen un riesgo mayor de sufrir un retraso en el desarrollo y son los mejores candidatos para las evaluaciones de detección.
QUIÉN:
Diane Putnick, Ph.D., científica de planta de la División de Epidemiología del NICHD, está disponible para hacer comentarios en inglés.
ARTÍCULO:
Putnick, D.L., et al. Feeding problems as an indicator of developmental delay in early childhood. The Journal of Pediatrics. 2021.
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