Novedades científicas: Ciertas prácticas de alimentación están asociadas a un incremento rápido de peso de los bebés

Motivar a los padres a evitar estas prácticas podría ayudar a los esfuerzos para reducir la obesidad infantil

Viernes, Noviembre 29, 2024
Una madre, sentada en un sillón, sostiene a un bebé sonriente frente a la cámara. El padre está sentado detrás de ellos.
Crédito: Foto de archivo

Los bebés que fueron alimentados con leche de fórmula, que recibieron otros alimentos antes de los 4 meses de edad, que fueron alimentados según un horario fijo y/o cuyos padres o madres miraban televisión mientras los alimentaban, corren riesgo de tener un incremento de peso más rápido en el primer año de vida, comparado con bebés que no fueron alimentados de estas formas, según un estudio preliminar financiado por el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver (NICHD, por sus siglas en inglés). Los bebés que subieron de peso rápidamente antes de cumplir 2 años de edad tienen un riesgo alto de desarrollar obesidad en la infancia y en la adultez. Los autores del estudio concluyeron que ayudar a los padres a reducir estas conductas relacionadas con la alimentación podría ayudar a los esfuerzos de prevención de la obesidad infantil.  

El estudio fue realizado por Esther M. Leerkes, doctorada, y colegas de la Universidad de Carolina del Norte en Greensboro. Aparece en la revista Pediatric Obesity.

Antecedentes

De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, aproximadamente 1 de cada 5 niños y adolescentes en los Estados Unidos tiene obesidad en el contenido de Inglés. Los niños con obesidad tienen más probabilidad de tener otros problemas de salud, como alta presión sanguínea y diabetes tipo 2. Los niños con obesidad tienen también más probabilidad de tener obesidad como adultos. Pese a esta prevalencia, comparativamente hay menos conocimiento sobre cómo la obesidad comienza en la infancia y en la niñez temprana en el contenido de Inglés.

Resultados

Para el actual estudio, los investigadores inscribieron a 299 mujeres embarazadas. Después del nacimiento de sus bebés, el equipo del estudio examinó una variedad de características infantiles y maternales, y su potencial asociación con un incremento rápido de peso en los primeros 6 meses de vida. Los investigadores visitaron a las madres cuando sus bebés tenían entre 2 y 4 meses de edad, y nuevamente cuando tenía entre 6 y 10 meses de edad. Los investigadores observaron la conducta del bebé, además de la alimentación realizada por las madres y las interacciones con sus bebés. También tomaron medidas fisiológicas de las madres y bebés, rastrearon el crecimiento e incremento de peso de los bebés, y grabaron los ritmos cardiacos de los bebés. Las madres también respondieron a cuestionarios sobre su ánimo, el temperamento de sus bebés y cómo los alimentaban.

Los autores encontraron una fuerte asociación entre el incremento rápido de peso de los bebés y lo que definieron como prácticas obesogénicas de alimentación (es decir, prácticas que se sospecha incrementan el peso de los bebés). El equipo del estudio identificó las siguientes prácticas obesogénicas de alimentación: alimentación con leche de fórmula; iniciar la ingesta de alimentos sólidos antes de los 4 meses de edad; mirar televisión durante la alimentación; ausencia de amamantamiento; dar biberón (mamadera) antes de la hora de dormir; presionar a un bebé a beber todo el biberón; usar la alimentación para calmar a un bebé irritado; y acomodar un biberón de forma en que un bebé demasiado pequeño para sostenerlo por sí mismo se alimente con este sin la ayuda de un adulto.

Las madres que obtuvieron un alto puntaje en ciertas categorías también tuvieron una probabilidad más alta de realizar prácticas obesogénicas de alimentación que las madres que obtuvieron un puntaje más bajo. Los factores que influencian ese riesgo incluyeron estrés prenatal (síntomas depresivos, ansiedad, un historial de eventos de vida estresantes); un índice de masa corporal más alto antes del embarazo; incremento excesivo de peso durante el embarazo; y complicaciones de salud en el embarazo, como la preeclampsia y la diabetes gestacional.

Otros factores que evaluó el estudio, como el temperamento de los bebés, el nivel de estrés y la adaptación de los cuidadores a las necesidades del bebé, no estuvieron asociados significativamente con el incremento rápido de peso en los bebés.

Importancia

Los autores concluyeron que los esfuerzos para reducir las prácticas obesogénicas de alimentación por parte de los padres y madres podrían finalmente ser útiles para reducir el riesgo de obesidad infantil.

“El punto clave para internalizar es que el factor de cómo y con qué los padres y madres alimentan a sus bebés en los primeros 6 meses de vida tiene tremendas implicaciones en el riesgo de desarrollar obesidad. Y sobre todo los padres y madres que están criando y que experimentan más estrés durante el periodo prenatal tienen la probabilidad de realizar estas prácticas no saludables”, dijo la doctora Leerkes.

Ella señaló que mientras el amamantamiento con leche materna baja el riesgo del rápido incremento de peso en los bebés, muchas madres no pueden amamantar debido a restricciones de tiempo y a otras limitaciones.

“Nuestros hallazgos muestran que los nuevos padres y madres pueden todavía prevenir el incremento excesivo de peso en los primeros meses de la vida de su hijo o hija, incluso si el amamantamiento no es una opción realista para ellos”, agregó.

Los autores recomendaron que los padres y madres que alimentan a sus bebés con biberón estén atentos a las señales de que el bebé está satisfecho, que apaguen la televisión, que no agreguen cereal, jugo o comida para bebés al biberón, y que eviten ofrecer un biberón para calmar a un bebé que no tiene hambre.

Referencia

Leerkes, EM et al. Biopsychosocial predictors of rapid weight gain from birth to 6 months. Pediatric Obesity DOI: 10.1111/ijpo.13170 (2024).