Millones de personas se ven afectadas por la infertilidad, una afección definida clínicamente como la incapacidad de lograr un embarazo después de un año de relaciones sexuales regulares sin protección, o después de seis meses si la pareja femenina tiene más de 35 años. El otoño pasado, la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva amplió esta definición para incluir a cualquier persona que necesite intervención médica para lograr un embarazo satisfactorio de forma individual o con una pareja.
Explorar los problemas relacionados con la infertilidad masculina y femenina es una parte importante de la misión del NICHD. Ya que el 21 de abril comienza la Semana Nacional de Concientización sobre la Infertilidad, es el momento oportuno para reflexionar sobre los aspectos más destacados de la investigación científica y las direcciones futuras.
La fertilidad puede ser un indicador útil de la salud general, incluso para las personas que no desean tener hijos. Por ejemplo, según investigaciones científicas recientes financiadas por el NICHD, los hombres con un recuento muy bajo de espermatozoides y sus familiares tienen un mayor riesgo de tener ciertos tipos de cáncer , y las mujeres con infertilidad podrían tener un mayor riesgo de cardiopatía coronaria . Debido a que la infertilidad suele diagnosticarse cuando las personas son relativamente jóvenes, el conocimiento de estos riesgos podría permitir una atención más oportuna.
Muchos factores superpuestos podrían contribuir a la infertilidad, como el entorno y el estilo de vida. Un estudio amplio del NICHD descubrió que tener un trabajo físicamente exigente o tomar dos o más medicamentos estaba relacionado con un menor recuento de espermatozoides. Los investigadores científicos del NICHD también están estudiando los efectos de la dieta, el ejercicio y otros factores del estilo de vida de las mujeres en los resultados del embarazo en parejas sometidas a tratamiento de fertilidad .
En muchos casos, la genética contribuye a la infertilidad. Un análisis de más de 2,000 hombres con muy baja o nula producción de esperma reveló la implicación de varios genes del cromosoma X en la producción de esperma . Con un modelo de ratón, otros investigadores científicos trazaron los cambios en la expresión génica que se producen en distintos tipos de células de los ovarios a lo largo del ciclo ovulatorio , lo que proporciona un recurso valioso para descubrir y/o perfeccionar los tratamientos de la infertilidad femenina.
A veces, la infertilidad es consecuencia de una determinada enfermedad o tratamiento médico. Los investigadores científicos del programa de Ginecología Pediátrica y Adolescente del NICHD están estudiando formas de preservar la fertilidad de los niños y los adolescentes con probabilidades de tener infertilidad debido a tratamientos contra el cáncer, afecciones genéticas que afectan a los folículos ováricos y otros factores. Por ejemplo, están evaluando la congelación de tejido de los ovarios para preservar la fertilidad de niñas que son demasiado jóvenes para someterse a la estimulación hormonal necesaria para la congelación de óvulos o embriones. Con el apoyo del NICHD, otros investigadores científicos están evaluando formas de preservar la fertilidad de los varones que podrían perder su capacidad de producir espermatozoides después de la pubertad debido a tratamientos contra el cáncer infantil. En concreto, están creando métodos para congelar tejido de los testículos para su uso posterior y utilizar esas muestras de tejido para producir esperma fuera del cuerpo .
El NICHD también trata de mejorar los tratamientos de la infertilidad y las técnicas de reproducción asistida (TRA). El uso de las TRA en los Estados Unidos se ha más que duplicado en la última década . Alrededor del 2.3 % de los bebés que nacen cada año se han concebido mediante técnicas de reproducción asistida (TRA). Entre los proyectos financiados por el NICHD figuran el desarrollo de un diagnóstico no invasivo para identificar a los hombres con más probabilidades de beneficiarse de la extracción quirúrgica de esperma y el diseño de un método para determinar la capacidad de un espermatozoide para fusionarse con un óvulo . Otros trabajos se centran en el tratamiento de afecciones específicas relacionadas con la infertilidad. Por ejemplo, un pequeño estudio de mujeres con hiperprolactinemia, que puede causar infertilidad, sugirió a la kisspeptina como terapia prometedora para quienes tienen esta enfermedad y desean tener un hijo .
Además de apoyar la investigación científica para mejorar la atención de las personas con infertilidad, el NICHD está comprometido con la formación de la próxima generación de médicos a través de su Programa de Formación en Endocrinología Reproductiva e Infertilidad . Estos esfuerzos de investigación científica y formación nos acercan a nuestra visión de “Embarazos saludables. Niños saludables. Vidas saludables y óptimas”.