La vasectomía suele efectuarse en el consultorio de un urólogo, un médico especializado en las vías urinarias y el aparato reproductor masculino. En algunos casos, el urólogo decide realizar la vasectomía en un centro de cirugía ambulatoria o en un hospital. Esto podría deberse a la ansiedad del paciente o a que se realizarán otros procedimientos al mismo tiempo.1
Hay dos formas de realizar una vasectomía. En ambos casos, el paciente está despierto durante la operación, y el urólogo utiliza anestesia local para adormecer el escroto.
Con el método convencional, el médico hace uno o dos cortes pequeños en el escroto para acceder al conducto deferente. Luego, se corta una pequeña parte del conducto deferente y se retira. El urólogo puede cauterizar (sellar con calor) los extremos y luego unirlos con puntos de sutura. A continuación, el médico efectuará el mismo procedimiento en el otro testículo, ya sea a través de la misma abertura o a través de una segunda incisión escrotal. En ambos testículos, una vez que se han ligado los conductos deferentes, el médico utilizará algunos puntos o "pegamento" para la piel para cerrar las incisiones del escroto.
Con el método "sin bisturí", se hace un pequeño orificio de punción a un lado del escroto. El médico busca el conducto deferente bajo la piel y tira de él a través del orificio. Luego, se corta el conducto deferente y se extrae una pequeña parte de él. Los extremos se cauterizan o se ligan y se vuelven a colocar en su sitio. A continuación, se practica el mismo procedimiento en el otro testículo. No se necesitan puntos con este método porque los orificios de punción son muy pequeños.2,3
Después de una vasectomía, la mayoría de los hombres regresan a casa el mismo día y se recuperan por completo en menos de una semana.