Muchos padres de familia tienen preguntas sobre el síndrome de muerte súbita del bebé (SIDS, por sus siglas en inglés), la muerte súbita e inesperada del bebé (SUID, por sus siglas en inglés) y sueño seguro para bebés. Hable con su proveedor de servicios de salud sobre cualquier pregunta o dificultad que tenga con las prácticas de sueño seguro para su bebé.
- Acerca del síndrome de muerte súbita del bebé y otras muertes infantiles relacionadas con el sueño
- Acerca de dormir boca arriba
- Acerca del lugar donde duerme el bebé
- Acerca de los productos promocionados para evitar el síndrome de muerte súbita del bebé
- Otras preguntas
Acerca del síndrome de muerte súbita del bebé y otras muertes infantiles relacionadas con el sueño
El síndrome de muerte súbita del bebé (SIDS, por sus siglas en inglés) es el término usado para describir la muerte súbita de un bebé menor de 1 año de edad que no tiene una causa conocida incluso después de una investigación exhaustiva.
Los proveedores de servicios de salud, los agentes de cumplimiento de la ley y otras personas investigan las muertes infantiles para descubrir qué las causó. En esta investigación se incluye una autopsia completa que examina la escena de la muerte y se revisa la historia clínica. Si no se puede determinar la causa de muerte del bebé ni explicar por qué el bebé falleció, el evaluador médico o el médico forense puede categorizar la muerte como síndrome de muerte súbita del bebé.
La muerte súbita e inesperada del bebé se define como la muerte de un bebé menor de 1 año que se produce repentina e inesperadamente, y cuya causa de muerte no es inmediatamente obvia antes de la investigación.
La muerte súbita e inesperada del bebé incluye todas las muertes inesperadas; las que tienen causas conocidas y las de causas desconocidas. El síndrome de muerte súbita del bebé (SIDS, por sus siglas en inglés) y la asfixia son ambos tipos de muerte súbita e inesperada del bebé. Alrededor de la mitad de todos los casos de muerte súbita e inesperada del bebé son a causa del síndrome de muerte súbita del bebé. Muchas muertes infantiles inesperadas son accidentes, pero una enfermedad o algo que se haga a propósito también pueden provocar que un bebé fallezca repentina o inesperadamente. En algunos casos de muerte súbita e inesperada del bebé, nunca se descubre la causa.
Otras muertes infantiles relacionadas con el sueño son las relacionadas con cómo o dónde duerme o dormía un bebé.
Se incluyen las muertes por las siguientes causas1:
- Atrapamiento o atascamiento: El cuerpo o la cabeza del bebé quedan atrapados entre dos objetos, como un colchón y la pared, el armazón de la cama o un mueble.
- Asfixia: algo cubre la cara o la nariz del bebé, como una almohada o el brazo de un adulto.
- Estrangulación: algo presiona o se enrolla alrededor del cuello o de la cabeza del bebé.
Estas muertes difieren del síndrome de muerte súbita del bebé, pero son un tipo de muerte súbita e inesperada del bebé.
La mejor forma de reducir el riesgo para el bebé es colocarlo siempre boca arriba para dormir, en una superficie separada diseñada para el bebé, que sea firme, plana (como una mesa, no una hamaca) y esté nivelada (no inclinada), sin objetos blandos o acolchonados, juguetes, edredones, almohadas o cobijas.
La mayoría (90 %) de las muertes por síndrome de muerte súbita del bebé ocurre antes de que el bebé cumpla los 6 meses de edad, y el número de muertes por este síndrome alcanza su punto máximo en bebés de entre 1 y 4 meses de edad. Sin embargo, las muertes por síndrome de muerte súbita del bebé pueden ocurrir en cualquier momento durante el primer año del bebé, por lo que los padres de familia deben seguir las recomendaciones para un sueño seguro a fin de reducir el riesgo de este síndrome hasta el primer cumpleaños de su bebé.
El término de “síndrome de muerte súbita del bebé” solo se aplica a los bebés menores de 1 año.
Envolver al bebé no reduce el riesgo del síndrome de muerte súbita, pero algunos bebés se sientes más cómodos al estar envueltos. Sin embargo, recuerde evitar envolver al bebé una vez que empiece a voltearse (normalmente alrededor de los 3 meses de edad).
No hay pruebas suficientes que indiquen que usar cobijas con peso en los bebés sea seguro para ellos. Sobre la base de lo que sabemos de salud infantil, el síndrome de muerte súbita del bebé y otras muertes infantiles relacionadas con el sueño, usar cobijas con peso podría provocarles daños.
Todos los padres de familia y cuidadores deberían tener en cuenta lo siguiente:
- La caja torácica de un bebé aún se está desarrollando. Agregarle peso podría provocar que fuera más difícil para un bebé expandir su pecho y respirar como corresponde. No hay estudios que demuestren que es seguro colocar alguna cantidad de peso sobre el pecho del bebé.
- En la actualidad, no hay estándares de seguridad para los sacos de dormir y las cobijas con peso, salvo las reglas generales para los productos para niños (como limitar el contenido de plomo y reducir las probabilidades de que se produzcan incendios). Tampoco hay estudios que examinen cómo usar estos productos podría afectar el riesgo de muerte relacionada con el sueño. Esto se debe a que los sacos de dormir y las cobijas con peso son un nuevo tipo de producto y se debe investigar más al respecto.
- Si un bebé se da vuelta mientras duerme, el peso extra podría hacer que les resulte más difícil volver a voltearse boca arriba de nuevo. Dormir boca abajo es lo que provoca el más alto riesgo de síndrome de muerte súbita del bebé. El riesgo es muy alto para los bebés que están acostumbrados a dormir boca arriba, pero se colocan boca abajo para dormir. El riesgo también es muy alto para los bebés envueltos que son colocados o que se ponen boca abajo.
- Debido a que no hay regulaciones sobre la seguridad de estos productos, podrían estar hechos de materiales pesados o gruesos, lo cual puede aumentar el riesgo de sobrecalentamiento. El sobrecalentamiento a causa de un exceso de ropa o cobijas y una alta temperatura en la habitación se asocian con un mayor riesgo del síndrome de muerte súbita del bebé.
- La afirmación de que estos productos son seguros para los bebés mientras duermen se basa en un solo estudio de 16 bebés en una unidad de cuidados intensivos con síndrome de abstinencia a los opioides neonatal. Se supervisó a los bebés del estudio constantemente y se los cubrió con una cobija durante 30 minutos cada vez. Esta situación altamente controlada es muy diferente de usar un producto pesado con un bebé durante una hora o más, sin supervisión constante, por lo que no se puede asumir la seguridad de usar este producto en el hogar.
- No están comprobados los beneficios sugeridos de las cobijas con peso en los bebés. Aunque hay algunas pruebas que sugieren que estos productos podrían ser beneficiosos en algunos grupos de niños más grandes o adultos, no hay estudios que demuestren los beneficios específicamente en grupos de bebés.
Acerca de dormir boca arriba
Lo mejor que pueden hacer los padres de familia y los cuidadores para reducir el riesgo del síndrome de muerte súbita del bebé y otras muertes relacionadas con el sueño es colocar siempre al bebé boca arriba para dormir, en las siestas y por las noches.
La posición para dormir boca arriba es la más segura para todos los bebés, incluidos los prematuros y los que tienen reflujo, hasta que cumplan el año de vida.
Sí. El bebé debe estar un tiempo boca abajo cuando esté despierto y cuando alguien lo vigile. El tiempo boca abajo supervisado ayuda a fortalecer los músculos del cuello y hombros de su bebé, desarrollar las habilidades motoras y prevenir que se formen áreas planas en la parte posterior de la cabeza.
Acerca del lugar donde duerme el bebé
Compartir la cama para adultos con el bebéaumenta el riesgo del síndrome de muerte súbita del bebé, asfixia y otras muertes infantiles relacionadas con el sueño.
Compartir la cama para adultos con un bebé puede ser riesgoso, especialmente en algunas situaciones
Riesgo muy alto:
- La superficie para dormir es blanda y acolchonada, como una cama de agua, un colchón viejo, un sofá o un sillón.
- El adulto está muy cansado, toma medicamentos que lo adormecen, usa sustancias como el alcohol, o hay algo que afecta a su capacidad para atender al bebé.
- El adulto fuma cigarrillos o usa productos de tabaco (incluso si no fuma en la cama).
Riesgo alto:
- El bebé tiene menos de 4 meses (independientemente de que el adulto fume o del tipo de superficie para dormir).
- La persona que comparte la cama no es el padre del bebé, sino otro cuidador, como un abuelo o un hermano.
Riesgo mayor al promedio:
- El bebé nació prematuro (antes de las 37 semanas) o tuvo bajo peso al nacer.
- El área para dormir incluye artículos peligrosos, como almohadas o cobijas.
En cambio, los proveedores de servicios de salud recomiendan compartir su habitación con el bebé durante por lo menos los primeros 6 meses. Compartir la habitación significa que el bebé tiene su propia área para dormir (cuna, moisés o corralito) en la habitación, separado de la cama.
Compartir la habitación es más seguro que compartir la cama con el bebé. Compartir la habitación también es más seguro que dejarlo en otra habitación. Compartir la habitación también reduce el riesgo de lesión o muerte por situaciones como que un adulto se dé la vuelta accidentalmente sobre él. Mantener el área para dormir del bebé cerca de su cama facilita vigilar, alimentar y consolar al bebé sin tener que levantarse completamente de la cama.
Si usted se duerme mientras alimenta o calma al bebé en la cama, colóquelo de nuevo en un área separada para dormir tan pronto como usted se despierte. Las investigaciones muestran que cuanto más tiempo un adulto comparte la cama con un bebé, mayor es el riesgo para el bebé de asfixia u otro tipo de muerte relacionada con el sueño.
Antes de traer al bebé a la cama para alimentarlo o consolarlo, quite o retire todos los artículos blandos y la ropa de cama que estén en ese lado de la cama. Esta práctica puede ayudar a prevenir la asfixia en caso de que se quede dormido. Cuando haya terminado, vuelva a colocar al bebé en su propia área para dormir cerca de su cama.
En la actualidad, el grupo de trabajo de la Academia Americana de Pediatría que investiga el síndrome de muerte súbita del bebé no tiene pruebas suficientes como para recomendar a favor o en contra del uso de una caja de cartón, una wahakura (una estructura tejida similar a un moisés diseñada como un lugar seguro para dormir para un bebé) o un Pepi-Pod® (una versión de plástico de una wahakura).
No se recomienda el uso de un área para dormir que no esté aprobada por o no cumpla con las normas de seguridad de la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor (CPSC, por sus siglas en inglés) para productos para dormir infantiles.
El grupo de trabajo de la Academia Americana de Pediatría recomienda que los padres de familia y cuidadores usen una superficie firme (que vuelva a su forma original rápidamente rápidamente tras presionar), plana (como una mesa, no una hamaca), nivelada (que no esté en ángulo ni inclinada) y cubierta solo con una sábana ajustable para que el bebé duerma.
Los protectores de cuna, las almohadillas protectoras y los productos similares que se colocan a los costados, a los barrotes o a los listones de la cuna se utilizan a menudo con la intención de proteger a los bebés de lesiones. Sin embargo, las pruebas no respaldan el uso de protectores de cuna para prevenir lesiones. De hecho, los protectores de cunas pueden aumentar el riesgo de que su bebé se asfixie o quede atrapado, y pueden causar lesiones graves o la muerte. La mejor manera de evitar estos peligros es mantener los protectores de cuna fuera del área donde duerme su bebé.
Antes de que se regulara la seguridad de la cuna, el espacio entre los barrotes de los lados de la cuna podía ser de cualquier ancho, lo que representaba un peligro para los bebés si los espacios eran demasiado amplios. Los padres de familia y cuidadores utilizaban protectores de cuna acolchonados para proteger a los bebés. Ahora que las cunas deben cumplir con los estándares de seguridad, los espacios entre los barrotes no presentan los mismos peligros. Como resultado, ya no se necesitan protectores.
En 2021, el presidente Biden promulgó la Ley de Sueño Seguro para Bebés, que prohíbe la fabricación y la venta de protectores de cuna y algunos apoyos inclinados.
Póngase en contacto con el departamento de salud estatal si necesita ayuda para encontrar un entorno para un sueño seguro del bebé. El departamento cuenta con recursos y puede ponerlo en contacto con los grupos y las iniciativas locales que pueden brindarles ayuda a usted y a su bebé.
Productos promocionados para reducir o evitar el síndrome de muerte súbita del bebé
En la actualidad, no hay productos que puedan prevenir el síndrome de muerte súbita del bebé porque no se conoce ninguna forma de prevenirlo.
Muchas almohadas de cuña, posicionadores u otros productos que afirman mantener a los bebés en una posición o reducir el riesgo del síndrome de muerte súbita del bebé, asfixia o reflujo no cumplen con las pautas federales para la seguridad al dormir. Estos productos, como apoyos inclinados para dormir, se relacionan con lesiones y muertes, especialmente cuando se utilizan en el área para dormir del bebé. Puede ayudar a prevenir lesiones y muertes evitando usar estos productos y dispositivos.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE. UU., la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor, la Academia Americana de Pediatría y otras organizaciones advierten sobre el uso de estos productos porque son peligrosos para los bebés.
Los monitores de corazón, respiración, movimiento o de otro tipo no son recomendados como una forma principal de detectar este síndrome. Si elige usar dispositivos que miden la frecuencia cardíaca y la respiración de un bebé por razones distintas a la detección del síndrome, siga las recomendaciones para un sueño seguro para reducir el riesgo de muerte relacionada con el sueño.
El estudio de Evaluación colaborativa de monitoreo infantil en domicilio de NICHD analizó a los bebés que tenían un alto riesgo del síndrome de muerte súbita del bebé. Los monitores no fueron eficaces para identificar situaciones que podrían dar lugar a este síndrome. Sobre la base de estos hallazgos y otras investigaciones, la Academia Americana de Pediatría recomienda que los cuidadores no usen estos monitores para prevenir el síndrome o identificar a los bebés en riesgo de sufrirlo.
Los proveedores de servicios de salud podrían recetar estos productos para gestionar ciertas afecciones médicas. Si tiene preguntas sobre el uso de estos dispositivos para problemas de salud o inquietudes que no sean el síndrome de muerte súbita del bebé, hable con el proveedor de servicios de salud de su bebé.
Tenga en cuenta que los monitores de respiración, corazón, movimiento y de otro tipo son diferentes de los monitores para bebés que les permiten a los cuidadores escuchar o ver al bebé desde otra habitación.
La Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor (CPSC) y la Asociación de Fabricantes de Productos Juveniles recomiendan a los padres de familia y cuidadores revisar los monitores del bebé y otros productos con cables eléctricos para asegurarse de que estén fuera de su alcance. Los monitores deben colocarse a al menos 3 pies de distancia de la cuna, el moisés, el corralito u otro entorno de sueño seguro.
Otras preguntas
Los expertos recomiendan el contacto piel con piel inmediato para todos los padres y recién nacidos durante al menos 1 hora después de nacer, una vez que un proveedor de servicios de salud diga que la persona que dio a luz está estable y puede atender a su bebé. Cuando la persona que dio a luz necesite dormir u ocuparse de otras actividades, se debe colocar al bebé boca arriba en su propio lugar para dormir, como una cuna aprobada* o un moisés.
Uno de los aspectos más importantes que se debe recordar cuando un bebé muere a causa del síndrome de muerte súbita del bebé es que la familia no tiene la culpa. Las causas de este síndrome aún se desconocen. Aunque hay formas de reducir el riesgo, no hay una manera definitiva para evitar que ocurra este síndrome.
Se encuentra disponible una variedad de recursos para ayudar a las familias que han perdido a un bebé por este síndrome. Puede resultar de gran utilidad hablar con otros padres de familia o cuidadores que han perdido a un bebé por el síndrome. Los proveedores de servicios de salud también pueden recomendar grupos o recursos locales.
Los padres de familia también pueden buscar asistencia comunitaria y estatal por medio del Centro Nacional de Recursos sobre la muerte súbita e inesperada del bebé o el síndrome de muerte súbita del bebé y otras organizaciones, tales como First Candle y Cribs for Kids®.
* La Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor tiene más información sobre la seguridad de las cunas en https://www.cpsc.gov/es/SafeSleep.