Promover la salud durante la infancia (desde seguir recomendaciones para dormir de forma segura, hasta garantizar una buena nutrición) contribuye al crecimiento y desarrollo saludables de los niños. Mucho del progreso que hemos hecho para mejorar la salud y el cuidado infantiles en los Estados Unidos puede atribuirse a la implementación de descubrimientos de investigación del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver (NICHD, por sus siglas en inglés). Continuamos trabajando por nuestra misión de promover vidas saludables y óptimas para todos los niños y adolescentes, incluyendo a los bebés más pequeños.
Reducir el riesgo del síndrome de muerte súbita del lactante
Octubre es el Mes de la Concientización sobre el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante. Este mes y más allá, los proveedores de cuidado de salud infantil pueden unirse a la campaña Seguro al Dormir (Safe to Sleep®) para hacer crecer la conciencia sobre las formas de reducir el riesgo de muerte súbita, la repentina e inexplicable muerte de un bebé menor a un año de edad. La campaña proporciona materiales de comunicación digital, incluyendo instrucciones para el desafío educacional difundido en las redes sociales basado en la etiqueta #ClearTheCrib. El año pasado, en respuesta al desafío, los usuarios de redes sociales crearon más de 100 videos mostrando el retiro de cosas inseguras de cunas abarrotadas.
Liderada por el NICHD junto a organizaciones colaboradoras, la campaña Seguro al Dormir es un esfuerzo nacional para elevar la conciencia sobre estrategias basadas en evidencia científica para disminuir el riesgo del síndrome de muerte súbita del lactante y otras muertes de bebés relacionadas con el dormir. Los años de investigaciones apoyadas por el NICHD han contribuido al conocimiento de evidencia científica que conforma la base de las actuales recomendaciones para el sueño seguro de los bebés .
El NICHD continúa investigando las causas del síndrome de muerte súbita de los lactantes y trabajando para el mejoramiento de las estrategias de prevención. El mes pasado, un equipo de investigación financiado en parte por el NICHD encontró que los niveles atípicos de metabolitos al momento de nacer podrían incrementar el riesgo del síndrome de muerte súbita del lactante. Otra investigación financiada por el NICHD sugiere que los bajos niveles del neurotransmisor serotonina podrían combinase con anomalías en los receptores de serotonina, provocando el incremento de riesgo del síndrome de muerte súbita del lactante. Otro estudio pequeño sugiere que las infecciones del cerebro y la neuroinflamación podrían explicar algunos casos del síndrome de muerte súbita del lactante . Identificar los factores que contribuyen o que predicen el síndrome de muerte súbita del lactante promete ayudar en la identificación de esfuerzos de reducción de riesgo y ayudar a guiar futuras investigaciones.
Muchos padres y cuidadores sienten que es difícil seguir las mejores prácticas para generar un sueño seguro para los bebés. Mejorar el entendimiento de estas barreras e identificar los factores que influyen en la toma de decisiones de los cuidadores son esenciales para motivar las prácticas seguras para el sueño de los bebés. Un reciente estudio financiado por el NICHD ayudó a identificar los vacíos de conocimiento a través de entrevistas con madres de bebés nacidos prematuramente , que tienen un riesgo más alto de tener el síndrome de muerte súbita del lactante en comparación a los bebés nacidos a las 37 semanas de embarazo o más tarde.
Aprender más sobre la enterocolitis necrosante (NEC, por sus siglas en inglés)
Los bebés prematuros también son más susceptibles a desarrollar la enterocolitis necrosante (NEC, por sus siglas en inglés), una enfermedad potencialmente fatal de los intestinos que puede aparecer repentinamente y progresar rápidamente. Un bebé fallece en los Estados Unidos casi cada día debido a la enterocolitis necrosante. Los sobrevivientes de casos graves de enterocolitis necrosante tienen un riesgo significativamente más alto de tener problemas de desarrollo neurológico por el resto de sus vidas, comparado con los bebés prematuros que no desarrollan la enterocolitis necrosante
Hay mucho que aún no entendemos sobre la enterocolitis necrosante, incluyendo la potencial relación entre las prácticas de alimentación y el desarrollo de la enfermedad. Un informe publicado el mes pasado por un panel de expertos reunido por el NICHD proporciona 17 recomendaciones específicas para mejorar la evidencia científica sobre la enterocolitis necrosante.
Sin embargo, una cosa es clara: la forma más prometedora de prevenir la enterocolitis necrosante es prevenir el nacimiento prematuro. El NICHD tiene un compromiso de larga duración para apoyar investigaciones sobre la prevención del parto y nacimiento prematuros, y para prolongar el embarazo en las personas con riesgo de tener un parto prematuro, y estamos continuando estos esfuerzos.
Recolectando información sólida sobre la salud de los bebés y de los niños
Para entender mejor los problemas de salud que afectan particularmente a los bebés, debemos recolectar información de salud de los grupos de menor edad. El Programa Científico All of Us de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés) busca el progreso de las investigaciones sobre salud a través de la inscripción de por lo menos un millón de participantes que reflejen la diversidad de los Estados Unidos y sus territorios. All of Us recientemente comenzó la inscripción limitada de niños desde el nacimiento hasta los 4 años de edad.
El programa pediátrico se ha lanzado de forma activa, y ya hay más de 100 niños inscritos con sus padres o cuidadores en organizaciones colaboradoras a través del país. El NICHD está colaborando con All of Us para apoyar y mantener estos esfuerzos de inscripción pediátrica. Recolectar información de salud durante estos periodos clave de la infancia y de la niñez temprana será instrumental para ayudar a los investigadores a entender mejor las influencias de exposición y del entorno que pueden afectar a la salud a través de las generaciones. Nuestras experiencias durante la infancia y la niñez afectan nuestra salud a través de toda la vida.