¿Cuáles son los tratamientos comunes para el síndrome de Down?

No existe un tratamiento estándar y único para el síndrome de Down. Los tratamientos dependen de las necesidades físicas e intelectuales de cada individuo, así como de sus destrezas y limitaciones personales.1 Las personas con síndrome de Down pueden recibir los cuidados adecuados en su casa e integrados a la comunidad.

Un niño con síndrome de Down probablemente recibirá atención de un equipo de profesionales de la salud. Esto incluye, a modo de ejemplo: médicos, educadores especiales, terapeutas del habla, terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas y trabajadores sociales. Todos los profesionales que interactúen con un niño con síndrome de Down deben brindarle los estímulos y la motivación adecuados.

Las personas con síndrome de Down corren más riesgo de desarrollar determinadas enfermedades y problemas de salud que las personas sin síndrome de Down. Muchas de estas enfermedades asociadas pueden requerir cuidados inmediatos al nacer, tratamiento ocasional durante la infancia y la adolescencia y tratamientos a largo plazo de por vida. Por ejemplo, un niño con síndrome de Down podrían necesitar ser operado unos días después de nacer para corregir un defecto cardíaco o podría tener problemas digestivos que requieran una dieta especial de por vida. Para más información, visite la sección ¿Qué enfermedades o trastornos suelen asociarse al síndrome?

Los niños, adolescentes y adultos con síndrome de Down también necesitan la misma atención médica de rutina que las personas que no tienen en síndrome, desde las visitas al pediatra y las vacunas comunes que reciben todos los niños hasta asesoramiento sobre salud reproductiva y cuidados cardiovasculares en la adultez. Como todas las personas, las personas con síndrome de Down se beneficiarán al tener una actividad física regular y una vida social activa.

Intervención temprana y terapia educativa

La "intervención temprana" se refiere a una gama de programas y recursos especializados dirigidos a niños muy pequeños con síndrome de Down y sus familias, los cuales están a cargo de profesionales. Estos profesionales son, entre otros, educadores especiales, terapeutas del habla, terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas y trabajadores sociales.

Las investigaciones indican que una intervención temprana mejora los resultados de los niños con síndrome de Down.2,3 Esta ayuda comienza poco después del nacimiento y suele continuar hasta que el niño cumple 3 años.4 A partir de esa edad, la mayoría de los niños reciben intervenciones y tratamiento a través de las escuelas de su localidad.

La mayoría de los niños con síndrome de Down son elegibles para recibir educación pública gratuita y adecuada para sus necesidades, de acuerdo a lo dispuesto por la ley federal. Ley pública 105-17 (2004). La Ley de Educación para Individuos con Discapacidades (IDEA por sus siglas en inglés en el contenido de Inglés) permite a los niños con discapacidades obtener servicios y dispositivos de aprendizaje gratuitos para ayudarlos a aprender lo más que puedan. Todos los niños tienen derecho a estos servicios desde el nacimiento hasta terminar la escuela secundaria o cumplir los 21 años, lo que ocurra primero. La mayoría de los programas de intervención temprana se rigen por esta ley.

El Centro Nacional de Asistencia Técnica para la Primera Infancia (NECTAC por sus siglas en inglés), dirigido por el Departamento de Educación de los Estados Unidos, brinda información y recursos para padres y familias en busca de programas de intervención temprana. Para más información, visite el sitio https://ectacenter.org/ en el contenido de InglésNotificaciόn de salida . Puede acceder a otros recursos de intervención temprana en http://day2dayparenting.com/category/child-development-2/special-needs-diagnoses/ en el contenido de InglésNotificaciόn de salida y en https://www.familyvoices.org en el contenido de InglésNotificaciόn de salida .

La ley también establece que todos los niños deben recibir educación en un espacio lo menos restrictivo posible, según sus necesidades. Esto no significa que todos los niños serán asignados a una clase normal, sino que los educadores trabajarán para ofrecerle a cada niño el entorno más adecuado para sus necesidades y destrezas.

La siguiente información podría ser útil para aquellos que estén analizando opciones de programas de asistencia educativa para un niño con síndrome de Down:

  • El niño debe tener determinadas carencias cognitivas o de aprendizaje para poder participar en los programas educativos especiales de forma gratuita. Los padres pueden comunicarse con el director de la escuela de su localidad o al coordinador de educación especial para averiguar cuáles son los pasos a seguir para determinar si su hijo reúne las condiciones para recibir los servicios previstos por la IDEA en el contenido de Inglés.
  • Si un niño reúne las condiciones para recibir servicios especiales, un equipo de profesionales trabajarán de manera conjunta para diseñar un Plan de Educación Individualizado (IEP por sus siglas en inglés). El equipo podría incluir a los padres o a las personas a cargo de cuidar al niño, maestros, el psicólogo de la escuela y otros especialistas en desarrollo o educación infantil. El IEP incluye metas de aprendizaje específicas de acuerdo a las necesidades y capacidades de ese niño en particular. El equipo también decidirá cuál es la mejor manera de implementar el IEP.
  • Los niños con síndrome de Down podrían asistir a una escuela para niños con necesidades especiales. Los padres a veces pueden optar entre una escuela donde la mayoría de los niños no tienen discapacidades y una para niños con necesidades especiales. Los educadores y profesionales de la salud pueden ayudar a las familias a decidir qué entorno de aprendizaje es el mejor para su caso particular. En las últimas décadas, la integración a una escuela común es una práctica mucho más frecuente; la IDEA exige que las escuelas públicas maximicen el acceso de los niños a experiencias de aprendizaje e instancias de interacción típicas.5

El Departamento de Educación de los Estados Unidos financia la Red de Centros de Padres, la cual ofrece recursos, contactos y ayuda a los padres y las familias que buscan programas de educación especial. Para más información, visite el sitio https://www.parentcenterhub.org/the-parent-center-network/ en el contenido de InglésNotificaciόn de salida .

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Terapias de tratamiento

Pueden utilizarse diversos tipos de terapia en los programas de intervención temprana y durante toda la vida para potenciar el desarrollo, la independencia y la productividad lo más posible. Abajo encontrará una lista de algunas de estas terapias.5

  • La fisioterapia incluye actividades y ejercicios que ayudan a desarrollar las habilidades motrices, aumentar la fuerza muscular y mejorar la postura y el equilibrio.
    • La fisioterapia es importante, especialmente al comienzo de la vida del niño, porque las habilidades físicas son la base de otras habilidades. La habilidad de darse vuelta, gatear y alcanzar objetos ayuda a los bebés a aprender sobre el mundo que los rodea y a interactuar con él.
    • Un fisioterapeuta también puede ayudar al niño con síndrome de Down a compensar sus limitaciones físicas, como un menor tono muscular, de modo de prevenir problemas a largo plazo. Por ejemplo, un fisioterapeuta podría ayudar al niño a caminar de manera tal que no desarrolle dolor en los pies a largo plazo.6
  • La terapia del habla y del lenguaje puede ayudar a los niños con síndrome de Down a mejorar sus habilidades de comunicación y a usar el lenguaje de manera más efectiva.
    • Los niños con síndrome de Down suelen aprender a hablar más tarde que sus pares. Un terapeuta del habla y del lenguaje puede ayudarlos a desarrollar las habilidades necesarias para la comunicación más temprano, por ejemplo, cómo imitar los sonidos. El terapeuta también puede enseñarle al bebé a mamar, ya que amamantarse puede fortalecer los músculos que luego se utilizan para hablar.5
    • En muchos casos, los niños con síndrome de Down comprenden el lenguaje y tienen deseos de comunicarse antes de poder hablar. Un terapeuta del habla y del lenguaje puede ayudar al niño a utilizar medios alternativos de comunicación, como el lenguaje de señas o imágenes, hasta que aprenda a hablar.7
    • Aprender a comunicarse es un proceso continuo, por lo que una persona con síndrome de Down podría también beneficiarse al recibir terapia del habla y del lenguaje durante los años escolares e incluso después. El terapeuta puede ayudar a mejorar las habilidades para conversar, pronunciar y comprender lo que se lee (comprensión lectora), así como para aprender y recordar palabras.
  • La terapia ocupacional ayuda a encontrar maneras de ajustar las actividades y las condiciones de la vida cotidiana a las necesidades y las habilidades de la persona.
    • Este tipo de terapia enseña habilidades para el cuidado personal5 como comer, vestirse, escribir y usar una computadora.
    • Un terapeuta ocupacional podría brindar herramientas especiales que ayuden a mejorar el funcionamiento diario, tales como un lápiz más fácil de agarrar.
    • En la escuela secundaria, un terapeuta ocupacional podría ayudar a los adolescentes a identificar trabajos, carreras o habilidades que se adapten a sus intereses y capacidades.
  • Las terapias emocionales y conductuales ayudan a responder a los patrones de conducta deseable o no deseable. Los niños con síndrome de Down pueden sentirse frustrados debido a la dificultad para comunicarse, desarrollar comportamientos compulsivos y tener el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (ADHD por sus siglas en inglés) y otros trastornos de salud mental. Estos tipos de terapia intentan comprender por qué el niño está comportándose mal, encontrar maneras y estrategias para evitar o prevenir estas situaciones y enseñar maneras más positivas de reaccionar ante estas situaciones.
    • Un psicólogo, consejero u otro profesional de la salud mental pueden ayudar al niño a manejar sus emociones y a desarrollar habilidades interpersonales y habilidades para enfrentar problemas.
    • Los cambios hormonales de los adolescentes durante la pubertad pueden generar cierta agresividad. Los terapeutas conductuales pueden ayudar a los adolescentes a reconocer sus emociones intensas y enseñarles maneras más saludables de tranquilizarse.
    • Los padres también podrían apoyarse en estos profesionales para ayudar al niño con síndrome de Down a lidiar con las dificultades de la vida cotidiana y desarrollar al máximo su potencial.8

Medicamentos y suplementos

Algunas personas con síndrome de Down toman suplementos de aminoácidos o medicamentos que afectan la actividad cerebral. Sin embargo, muchos ensayos clínicos recientes sobre estos tratamientos no estaban debidamente controlados y revelaron efectos adversos. Desde entonces, se han desarrollado nuevos medicamentos psicoactivos mucho más específicos. Sin embargo, no se han realizado estudios clínicos controlados para demostrar la seguridad y la eficacia de estos medicamentos para el síndrome de Down.

Muchos estudios de medicamentos para tratar los síntomas de demencia en las personas con síndrome de Down incluían apenas unos pocos participantes. Los resultados de estos estudios tampoco han mostrado beneficios claros de estos medicamentos.9,10,11 De igual modo, los estudios sobre antioxidantes para prevenir la demencia en personas con síndrome de Down han demostrado ser seguros, pero no efectivos.12

Dispositivos de asistencia

Cada vez es más común que las intervenciones para niños con síndrome de Down incluyan dispositivos de asistencia —cualquier tipo de materiales, equipos, herramientas o tecnología que potencie el aprendizaje o facilite la realización de tareas. Algunos ejemplos son los dispositivos de amplificación para problemas auditivos, las bandas que ayudan al movimiento, los lápices especiales que facilitan la escritura, las computadoras con pantalla táctil y los teclados de computadora con letras grandes.


Citas

  1. Instituto Nacional de Investigaciones del Genoma Humano (NHGRI por sus siglas en inglés) (2010). Learning about Down syndrome. Obtenido el 11 de junio de 2012 de http://www.genome.gov/19517824 en el contenido de Inglés
  2. Guralnick, M. J. (2010). Early intervention approaches to enhance the peer-related social competence of young children with developmental delays: A historical perspective.Infants and Young Children, 23, 73–83.
  3. Guralnick, M. J. (2011). Why early intervention works: A systems perspective. Infants and Young Children, 24, 6–28.
  4. Sociedad Nacional del Síndrome de Down (NDSS por sus siglas en inglés) (s/f). Early intervention. Obtenido el 11 de junio de 2012 de https://www.ndss.org/Resources/Therapies-Development/Early-Intervention/ en el contenido de Inglés Notificaciόn de salida
  5. Sociedad Nacional del Síndrome de Down (NDSS por sus siglas en inglés) (s/f).Elementary & secondary education. Obtenido el 11 de junio de 2012 de https://www.ndss.org/resources/inclusive-education-guidelines en el contenido de Inglés Notificaciόn de salida
  6. Winders, P. C. (n.d.). Gross motor development and Down syndrome. Obtenido el 11 de junio de 2012 del sitio web dde la NDSS: https://www.ndss.org/resources/occupational-therapy-down-syndrome/ en el contenido de Inglés Notificaciόn de salida
  7. Kumin, L. (n.d.). Speech & language skills in infants, toddlers & young children with Down syndrome. Obtenido el 11 de junio de 2012 del sitio web de la NDSS: https://www.ndss.org/about-down-syndrome/down-syndrome-through-the-lifespan/ en el contenido de Inglés Notificaciόn de salida
  8. Sociedad Nacional del Síndrome de Down (NDSS por sus siglas en inglés) (s/f).Managing behavior. Obtenido el14 de junio de 2012 de https://ndss.org/resources/managing-behavior en el contenido de InglésNotificaciόn de salida
  9. Costa, A. C. (2011). On the promise of pharmacotherapies targeted at cognitive and neurodegenerative components of Down syndrome. Developmental Neuroscience, 33, 414–427.
  10. Kishnani, P. S., Heller, J. H., Spiridigliozzi, G. A., Lott, I., Escobar, L., Richardson, S., Zhang, R., et al. (2010). Donepezil for treatment of cognitive dysfunction in children with Down syndrome aged 10–17. American Journal of Medical Genetics Part A, 152A, 3028–3035.
  11. Mohan, M., Bennett, C., & Carpenter, P. K. (2009). Memantine for dementia in people with Down syndrome. Cochrane Database of Systematic Reviews, CD007657.
  12. Lott, I. T., Doran, E., Nguyen, V. Q., Tournay, A., Head, E., & Gillen, D. L. (2011). Down syndrome and dementia: a randomized, controlled trial of antioxidant supplementation.American Journal of Medical Genetics Part A, 155A, 1939–1948.

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