La mayoría de los niños con X frágil pueden beneficiarse al recibir servicios de educación especial que hayan sido especialmente diseñados para tener en cuenta sus puntos fuertes y débiles específicos. Los tratamientos educativos deben tener en cuenta los síntomas del X frágil específicos para promover el mejor entorno de aprendizaje posible.
Elegibilidad para recibir educación especial
La mayoría de los niños con el síndrome del X frágil son elegibles para recibir educación pública gratuita y adecuada a sus necesidades, de acuerdo a lo dispuesto por la ley federal. Aunque un diagnóstico médico no garantiza el acceso a los servicios de educación especial, la mayoría de los niños con X frágil tendrá un déficit cognitivo o de aprendizaje que los hará elegibles para recibir estos servicios. Los padres pueden comunicarse con el director de la escuela de su localidad o con el coordinador de educación especial para averiguar cuáles son los pasos a seguir para determinar si su hijo reúne las condiciones para recibir los servicios previstos por la Ley de Educación para Individuos con Discapacidades (IDEA por sus siglas en inglés) .
Sugerencias para trabajar con personas con el síndrome del X frágil
Cada persona con X frágil es única. Sin embargo, suelen compartir algunos comportamientos y características intelectuales particulares. Por ejemplo, los niños con X frágil pueden sentirse fácilmente abrumados por las multitudes, los ruidos y el tacto. Otras características incluyen poca capacidad para el pensamiento abstracto y pocas habilidades cuantitativas (para medir y contar). Sin embargo, estos niños también suelen tener habilidades especiales, como una buena memoria visual. Al tomar en cuenta sus fortalezas y debilidades, los docentes pueden promover un mejor aprendizaje para estos niños.1
Sugerencias:
- Conozca el estilo de aprendizaje de la persona.
- Desarrolle una rutina o cronograma diario coherente.
- Utilice signos visuales (fotos, lenguaje de señas, logos, palabras) y ejemplos o materiales concretos para presentar ideas, conceptos, pasos, etc.
- Prepare al niño para cualquier cambio en la rutina explicando los cambios de antemano, posiblemente mediante el uso de señales visuales.
- Incluye objetivos funcionales en los objetivos académicos; por ejemplo, enseñe al niño los nombres de las diferentes prendas de ropa tanto como a vestirse solo.
- Brinde oportunidades para que el niño se mantenga activo y se mueva.
- Utilice computadoras y software educativo interactivo.
- Provea un lugar tranquilo adonde el niño pueda ir a aislarse antes de volver al grupo.
Los maestros pueden usar la Guía para planificar clases para el X frágil de la Fundación Nacional del X Frágil para aprender más sobre las mejores estrategias para enseñar a los niños con X frágil.
Tipo de clase
En general, hay tres opciones de clases para un niño con X frágil, dependiendo de las habilidades y necesidades específicas de ese niño:
- Inclusión total en una clase común
- Inclusión con "intervalos" de servicios especiales
- Educación especial de tiempo completo
La decisión de a qué clase debe ir cada niño dependerá de sus necesidades y habilidades particulares.
Plan de Educación Individualizado (IEP por sus siglas en inglés)
Si un niño con síndrome del X frágil reúne las condiciones para recibir servicios especiales, un equipo de profesionales trabajará de manera conjunta para diseñar un Plan de Educación Individualizado (IEP por sus siglas en inglés). El equipo podría incluir a los padres o a las personas a cargo de cuidar al niño, maestros, el psicólogo de la escuela y otros especialistas en desarrollo o educación infantil. El IEP incluye metas de aprendizaje específicas de acuerdo a las necesidades y capacidades de ese niño en particular. El equipo también decidirá cuál es la mejor manera de implementar el IEP, llegará a un consenso acerca de en qué tipo de clase es mejor ubicar al niño, determinará si el niño necesita dispositivos o asistencia especiales e identificará qué especialistas deben trabajar con él.
El equipo de servicios especiales debe evaluar al niño de manera regular. El equipo puede llevar un historial de los avances y decidir si es necesario realizar cambios al tratamiento (por ejemplo, cambios al IEP, reubicación a otro tipo de clase o modificación de los servicios que recibe).