Cada año, la investigación estima que alrededor de 795.000 personas en los Estados Unidos sufren accidentes cerebrovasculares y alrededor de 610.000 de estos casos son primeros accidentes cerebrovasculares. Casi 1 de cada 4 personas que sobreviven a un derrame cerebral sufrirá otro derrame cerebral.
Los accidentes cerebrovasculares isquémicos representan el 87% de todos los accidentes cerebrovasculares. Los accidentes cerebrovasculares hemorrágicos representan el 13% restante.
Los accidentes cerebrovasculares son una de las principales causas de discapacidad y muerte en los Estados Unidos. Pueden tener un accidente cerebrovascular personas de todas las edades y de todos los orígenes. Sin embargo, algunos factores demográficos hacen que algunas personas tengan más riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular o morir a raíz del mismo. Estos incluyen:
- Raza/etnia. Los afroamericanos tienen casi el doble de riesgo que los blancos de sufrir un primer derrame cerebral. Los hispanoamericanos y los indios americanos/nativos de Alaska tienen mayor riesgo que los blancos de sufrir un derrame cerebral, pero tienen menos riesgo que los afroamericanos. Los afroamericanos y los hispanos tienen más probabilidades que los blancos de morir después de sufrir un derrame cerebral.
- Edad. El riesgo de accidente cerebrovascular aumenta con la edad, pero puede ocurrir a cualquier edad.
- Ubicación geográfica. En los Estados Unidos, las tasas de mortalidad por accidentes cerebrovasculares más altas se registran en la zona sureste.
- Sexo. Los hombres son más propensos que las mujeres a tener accidentes cerebrovasculares.
Determinados factores vinculados al estilo de vida y algunas enfermedades también aumentan el riesgo de tener un accidente cerebrovascular. Los principales factores de riesgo son:
- Presión arterial alta
- Diabetes
- Enfermedades cardíacas (como la fibrilación atrial)
- Accidente cerebrovascular o ataque isquémico transitorio anterior
- Consumo de cigarrillos
Otros factores de riesgo adicionales son:
- Falta de actividad física
- Sobrepeso u obesidad
- Colesterol alto
- Anemia drepanocítica
- Consumo de alcohol excesivo
- Antecedentes familiares de accidentes cerebrovasculares
- Uso de las drogas
- Problemas genéticos como trastornos vasculares o de coagulación sanguínea, como el factor V de Leiden o la arteriopatía cerebral autosómica dominante con infartos subcorticales y leucoencefalopatía (CADASIL por sus siglas en inglés)
- Determinados medicamentos (como las píldoras anticonceptivas hormonales)
- Embarazo
- Menopausia
Algunos factores de riesgo menores incluyen:
- Lesiones en la cabeza y el cuello
- Infecciones bacterianas o virales recientes
Hay amplificación del riesgo cuando una persona tiene más de uno de los factores de riesgo mencionados arriba. Esto significa que el riesgo combinado de dos o más factores de riesgo es mayor que simplemente sumar sus efectos.1,2