El TBI puede provocar problemas cognitivos, emocionales y físicos a corto y a largo plazo y es una de las principales causas de muerte y discapacidad en los niños y los adultos. Entender el panorama completo del TBI, sus efectos a corto y a largo plazo y las formas de tratar o minimizar esos efectos es un área de investigación activa del NICHD.
Avances y actividades del Instituto
La cartera del NICHD incluye investigaciones para entender los mecanismos del TBI, mejorar la prevención y el diagnóstico, evaluar los tratamientos para pacientes con TBI y abordar las enfermedades secundarias, incluidos sus efectos emocionales y psicosociales.
Buena parte de las investigaciones del NICHD sobre el TBI cuenta con el apoyo del Programa de Rehabilitación de Accidentes Cerebrovasculares y TBI (TSR por sus siglas en inglés) que forma parte del Centro Nacional para la Investigación de la Rehabilitación Médica (NCMRR por sus siglas en inglés) .
Diagnosticar y evaluar los TBI puede ser un desafío, pero hacerlo de manera efectiva es esencial para mejorar los resultados de los pacientes con esta enfermedad. Investigadores apoyados por el NICHD trabajan para mejorar el diagnóstico a través de iniciativas como un estudio para encontrar un marcador en suero preciso para los TBI leves. También buscan maneras más efectivas y métodos más rápidos para medir los efectos del TBI, como un dispositivo para monitorear los problemas de equilibrio.
Otras investigaciones apoyadas por el NICHD se centran en las lesiones cerebrales relacionadas con los deportes e incluyen la detección rápida de la conmoción cerebral. Por ejemplo, investigadores apoyados por el instituto exploran un sistema de alerta para impactos en la cabeza relacionados con los deportes, así como un método para probar cascos que imita lo más posible las condiciones en un juego real. Lea más sobre las investigaciones del NICHD sobre la conmoción cerebral y los deportes y otras investigaciones del NICHD sobre los TBI.
Las discapacidades que resultan de un TBI dependen de la gravedad de la lesión, su ubicación y la edad y el estado de salud general del individuo. En el momento de sufrir la lesión, los pacientes con un TBI con frecuencia presentan un súbito deterioro de la capacidad para tomar decisiones médicas, el cual puede mantenerse durante y después de la rehabilitación. Este tipo de deterioro plantea problemas éticos para los médicos, los pacientes y sus familias.
Algunos científicos realizaron un estudio donde se investiga la capacidad de tomar decisiones médicas en los pacientes con TBI agudos, donde participaron individuos con lesiones moderadas/severas, lesiones leves y sin lesiones. Los científicos compararon la capacidad de los pacientes de dar su consentimiento para el tratamiento médico a partir de 5 estándares (manifestación de la elección, elección razonable, apreciación, razonamiento y comprensión). Un mes después de la lesión, el grupo con un TBI leve tuvo el mismo desempeño que los sujetos de control sanos respecto a los estándares para dar un consentimiento informado. Sin embargo, el grupo con TBI moderado/grave presentaba un deterioro en casi todos los estándares, tanto en comparación con el grupo de control sano y como con el grupo con TBI leve. Se observaron valores de deterioro leve/moderado o grave en los tres estándares clínicamente complejos (comprensión, razonamiento y apreciación) en entre el 10% y el 30% de los pacientes con un TBI leve, en el 50% de los pacientes con un TBI leve complicado y en entre el 50% y el 80% de los pacientes con un TBI moderado/grave. La capacidad de tomar decisiones médicas estaba prácticamente intacta en los pacientes con un TBI leve, pero estaba deteriorada en los pacientes con TBI leves complicados y TBI moderados/graves. (PMID: 22496195 )
El programa TSR apoyó varios proyectos sobre el tratamiento de los TBI, incluidos los medicamentos. Hay diversos tratamientos para promover la recuperación de los problemas físicos, emocionales y cognitivos que podría causar un TBI. El tipo y la magnitud de los tratamientos dependen de la gravedad de la lesión y su ubicación específica en el cerebro.
Por ejemplo, un estudio del NICHD investigó la efectividad de la citicolina, un fármaco que intenta ayudar a proteger el funcionamiento neurológico. Sin embargo, el estudio determinó que los pacientes con TBI que recibieron citicolina no mostraron mejoras más significativas en sus funciones que los que recibieron un placebo. (PMID: 23168823 )
Los científicos también están probando medicamentos potenciales en animales de laboratorio para determinar si pueden disminuir o detener el daño de los nervios y los tejidos que continúa produciéndose con el paso del tiempo luego del TBI inicial. En un estudio, los investigadores estudiaron los efectos de la eritropoyetina carbamilada (CEPO por sus siglas en inglés). Descubrieron que tres dosis de CEPO, administradas a las 6, 24 y 48 horas después de la lesión, reducían el volumen de la lesión, mejoraban la recuperación de las funciones sensoriales y del movimiento, así como la memoria en el aprendizaje, y mejoraban el crecimiento de las células nerviosas y los vasos sanguíneos. (PMID: 21073254 )
En otro experimento, otra sustancia llamada timosina beta 4 no afectó el volumen de la lesión del TBI pero tuvo efectos positivos similares en el crecimiento de los nervios y los vasos sanguíneos y en el funcionamiento y el aprendizaje de las ratas. (PMID: 20486893) En un tercer estudio, algunos investigadores probaron una intervención en la dieta para restaurar las funciones del hipocampo. Descubrieron que alimentar a las ratas con una preparación aminoácida siete días después del TBI restauró la eficacia de las conexiones nerviosas que habían sido dañadas por la lesión, las cuales volvieron a la normalidad, y también mejoró las funciones cognitivas de las ratas. (PMID: 19995960 )
Los investigadores también están probando nuevas combinaciones de terapias que habían demostrado tener efectos positivos cuando se usaban de forma individual. Por ejemplo, investigadores descubrieron que darle a ratas experimentales un agente (tacrolimus o FK506) junto con un enfriamiento radical de todo el cuerpo (hipotermia) una hora o 90 minutos después del TBI, ampliaba el período en el que el FK506 ayudaba a proteger el cerebro de los procesos continuos provocados por la lesión. (PMID: 21157473 ) En otro estudio realizado en ratas, investigadores apoyados por el NICHD descubrieron que los efectos de protección del cerebro de la progesterona, cuyo uso luego de un TBI se encuentra actualmente en fase de ensayo con seres humanos, mejoran aún más al administrarse junto con hormona vitamina D poco tiempo después del TBI. La investigación sugiere que estas dos hormonas combinadas pueden preservar la memoria. (PMID: 22570859 )
Investigadores apoyados por el NICHD también observan modelos, procedimientos y terapias para la rehabilitación a fin de mejorar los resultados a largo plazo y la calidad de vida de los pacientes con TBI y sus familias. Por ejemplo:
- Un estudio de cinco años de duración, realizado en nueve centros clínicos, se centró en ayudar a identificar qué procedimientos médicos e intervenciones terapéuticas se asocian con mejores resultados a largo plazo.
- Un ensayo clínico está probando un nuevo programa para ayudar a los pacientes a dominar la ira problemática posterior a un TBI.
- Los investigadores están evaluando un programa para la educación del paciente diseñado para mejorar el funcionamiento conductual y emocional general de los pacientes con TBI.
Las enfermedades secundarias posteriores a un TBI pueden impedir de manera significativa la recuperación y la rehabilitación. El NICHD apoya investigaciones para entender y tratar muchas de estas enfermedades, incluida la depresión. En el primer estudio de gran escala sobre TBI y depresión, investigadores financiados por el NICHD descubrieron que la tasa de depresión en los sobrevivientes de un TBI era ocho veces más alta que en la población general. El estudio también sugirió que es posible identificar la depresión en los primeros meses después de un TBI, lo que contradice teorías anteriores. Otras investigaciones exploran si las personas con TBI responden a los tratamientos con antidepresivos del mismo modo que las personas que no sufrieron un TBI. Lea más sobre las investigaciones del NICHD acerca de los TBI y la depresión .
Dentro de la División de Investigación Intramuros (DIR por sus siglas en inglés) , el Programa sobre Ciencias de los Tejidos e Imagenología Pediátrica (PPITS por sus siglas en inglés) también realiza investigaciones sobre formas de evaluar los TBI mediante tecnología de imagenología.
La capacidad para explorar la microestructura y la arquitectura del cerebro promueve la comprensión de los mecanismos del TBI y las intervenciones posibles. La Sección de Biomímesis y Biofísica de los Tejidos del programa inventa, desarrolla e implementa nuevos métodos cuantitativos in vivopara obtener imágenes de los tejidos y los órganos. Para más información sobre este trabajo, lea la sección sobre este programa del informe anual 2012 de la DIR .
Investigadores intramuros que estudian la actividad cerebral contribuyen a que entendamos mejor las células y los sistemas involucrados en un TBI. Por ejemplo, investigadores de la Sección sobre Fisiología Sináptica y Celular del NICHD y sus colegas publicaron recientemente los resultados de un estudio donde se describe cómo cambian los roles de las células cerebrales conocidas como células granulosas del giro dentado en el control de la memoria. (PMID: 22365813 )
Otros avances y actividades
- El NCMRR creó la Red de Ensayos Clínicos sobre Traumatismo Cerebral, que elaboró los lineamientos para medir los resultados de los ensayos clínicos sobre TBI como forma de estandarizar medidas para permitir su comparación. Las actividades primarias de la red también incluyen la creación de una definición práctica del TBI y el desarrollo de los primeros lineamientos sobre tratamiento clínico para todo el continuo de cuidados del TBI.
- El NICHD colaboró con dirigentes de los NIH y otras agencias para mejorar los resultados de las personas con TBI. El instituto tuvo un rol fundamental en el Conferencia para alcanzar consenso sobre la rehabilitación de personas con traumatismo cerebral del año 1998. En 2011, científicos del NICHD fueron seleccionados para integrar un "panel de listón azul" creado para revisar la investigación sobre la rehabilitación médica en los NIH e identificar oportunidades de investigación promisorias.
- El instituto participa en un proyecto del Centro de Medicina Regenerativa y Neurociencia (ahora Iniciativa Militar Sobre Lesiones Cerebrales Traumáticas ) para mejorar la precisión y la reproducibilidad de los hallazgos mediante el uso de imágenes con tensores de difusión (DTI por sus siglas en inglés) en las investigaciones sobre los TBI.