Vinculación de la depresión materna con la salud de la placenta

Una joven con expresión triste mira hacia afuera mientras sostiene una taza.

Los investigadores científicos del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver (NICHD) estudian diversos factores que influyen en los embarazos saludables y los resultados óptimos. En un estudio de la Subdivisión de Epidemiología en el contenido de Inglés del NICHD, los investigadores científicos evaluaron los efectos de la depresión en la placenta en el contenido de Inglés. Estudios anteriores han relacionado la depresión durante el embarazo con un mayor riesgo de aborto espontáneo, parto prematuro y preeclampsia.

  • Las personas participantes con síntomas de depresión en el primer y segundo trimestre tenían placentas que envejecieron un promedio de 0.72 semanas más rápido que las de aquellas sin síntomas.
  • En comparación con las personas participantes sin síntomas de depresión, aquellas con estos síntomas durante el segundo trimestre tenían placentas que envejecieron un promedio de 0.41 semanas más rápido que las que no tenían síntomas de depresión.
  • Las placentas de fetos masculinos de participantes con síntomas de depresión en el segundo trimestre envejecieron 0.53 semanas más rápido que las de aquellas sin síntomas de depresión. Sin embargo, el envejecimiento de la placenta en personas participantes con fetos femeninos no difirió significativamente entre las que tenían síntomas de depresión en el segundo trimestre y las que no.
  • Los autores no encontraron una asociación entre el envejecimiento de la placenta y la depresión en el tercer trimestre. Observaron que, de estas personas participantes, aproximadamente el 61 % no tuvo depresión en el segundo trimestre, y desarrollaron la teoría de que la exposición comparativamente limitada a la depresión al final del embarazo no era suficiente para influir en el envejecimiento de la placenta.
  • Actualmente, se recomienda que las personas embarazadas se realicen pruebas de detección de depresión desde finales del segundo trimestre hasta principios del tercer trimestre (entre las semanas 24 y 28). Si se confirman los hallazgos del estudio, podría ser más útil detectar la depresión en una etapa más temprana del embarazo, desde el primer hasta el segundo trimestre.

Entre los coautores del artículo del NICHD se encuentran Haleema Saeed, Jing Wu, Katherine L. Grantz y Fasil Tekola-Ayele.

Obtenga más información sobre la División de Investigación en Salud de la Población (DiPHR): https://www.nichd.nih.gov/about/org/dir/dph. en el contenido de Inglés