Algunas enfermedades y algunos problemas físicos son muy comunes en las primeras semanas de vida. Muchos son normales y las personas a cargo de cuidar al bebé pueden tratarlos. En general, es cuestión de que los cuidadores sepan qué es normal para su bebé y se acostumbren a la nueva rutina en la casa.
Los nuevos padres y cuidadores con frecuencia tienen preguntas sobre diversos aspectos de la salud y el bienestar del bebé.
- Deposiciones
- Cuidado del ombligo
- Cólicos
- Sarpullido del pañal
- Regurgitaciones y vómitos
- Dentición
- Micción
- Ictericia
Deposiciones
El color y la consistencia de las deposiciones de los bebés cambian mucho, incluso en los primeros días de vida. Es importante llevar un registro de las deposiciones del bebé. Algunas cosas a observar son:
- Color. Las primeras deposiciones de un recién nacido suelen ser de una sustancia densa, negra o verde oscura llamada meconio. Luego de que sale todo el meconio, las deposiciones (el "popó") tomará un color verde-amarillo. Las deposiciones de los bebés alimentados a pecho tienen un color amarillo mostaza con pequeñas partículas que parecen semillas.
- Consistencia. Hasta que el bebé comience a comer alimentos sólidos, la consistencia de las deposiciones puede ser de muy blanda a líquida. Los bebés alimentados con fórmula suelen tener deposiciones color tostado o amarillo y más firmes que los bebés alimentados a pecho. Ya sea que el bebé se alimente con leche materna o con fórmula, las deposiciones duras o muy secas pueden ser un signo de deshidratación.
- Frecuencia. Los bebés que comen alimentos sólidos pueden estreñirse si comen demasiados alimentos que sequen, como cereales o leche de vaca, antes de que su organismo pueda digerirlos bien. La Administración de Medicamentos y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) y la Academia Americana de Pediatría (AAP) no recomiendan la leche de vaca para bebés menores de 12 meses.
También, dado que las deposiciones de un bebé normalmente son blandas y un poco líquidas, no siempre es fácil darse cuenta cuando un bebé tiene una diarrea leve. Los signos principales de diarrea son un aumento repentino en la cantidad de evacuaciones intestinales (más de una vez por cada vez que se alimenta) y deposiciones acuosas.
La diarrea puede ser un signo de infección intestinal o puede deberse a un cambio en la dieta. Si el bebé se alimenta a pecho, la diarrea puede ser el resultado de un cambio en la dieta de la madre. La preocupación principal con la diarrea es la posibilidad de el bebé se deshidrate. Si un bebé de menos de 2 meses también tiene fiebre, llame al médico. Si el bebé tiene más de 2 meses y la fiebre dura más de un día, verifique la producción de orina del bebé y la temperatura rectal y consulte a un médico. Asegúrese de que el bebé continúe alimentándose con frecuencia.
A partir de las 3 a 6 semanas, algunos bebés alimentados a pecho solo movilizan el intestino una vez por semana. Esto es normal porque la leche materna deja muy pocos residuos sólidos para pasar a través del aparato digestivo. Los bebés alimentados con fórmula deberían movilizar el intestino al menos una vez al día. Si un bebé alimentado con fórmula tiene menos evacuaciones intestinales y parece estar haciendo fuerza debido a las deposiciones duras, tal vez sufra de estreñimiento. Si hay algún cambio o problema con las deposiciones del bebé, consulte al médico.
Cuidado del ombligo
El cordón umbilical transporta oxígeno y nutrientes al feto mientras está en el vientre materno. Luego del parto, el cordón umbilical se corta. La parte restante se seca y se cae en aproximadamente 10 días y se forma el ombligo.
Siga las recomendaciones de su médico sobre cómo cuidar el ombligo. Este cuidado puede incluir:
- Mantener la zona limpia y seca.
- Doblar la parte superior del pañal para que el ombligo quede al aire.
- Limpiar con suavidad el ombligo con una toallita o un hisopo de algodón mojado en alcohol para fricciones.
Si el ombligo tiene pus o se pone rojo, comuníquese con el médico.1
Cólicos
Muchos bebés se ponen quisquillosos por las noches, pero si el llanto no cesa y empeora durante el día o la noche, podría deberse a que el bebé tiene cólicos. Según la AAP, aproximadamente el 20% de los bebés tiene cólicos, los cuales suelen aparecer entre las 2 y las 4 semanas de vida. Pueden llorar inconsolablemente o gritar, estirar o arrollar las piernas y expeler gases. Sus estómagos podrían estar hinchados. Los ataques de llanto pueden darse en cualquier momento, si bien en general empeoran al anochecer.
Es probable que los cólicos mejoren o desaparezcan a los 3 o 4 meses. No hay ninguna explicación definitiva de por qué algunos bebés tienen cólicos. A veces, en los bebés amamantados, los cólicos son un signo de sensibilidad a los alimentos en la dieta de la madre. Rara vez, los cólicos son causado por sensibilidad a la proteína de la leche en la fórmula. Los cólicos podrían ser un signo de un problema de salud, como una hernia u otro tipo de enfermedad.
Si su bebé parece tener cólicos, el primer paso es consultar a su médico. A veces cambiar la dieta de la madre o cambiar la fórmula puede ayudar. Algunos bebés parecen aliviarse cuando se los tiene en brazos, se los acuna o se los arropa con una manta. A algunos les gusta usar chupete.2,3
Sarpullido del pañal
Es bastante común que se presente un sarpullido en la piel cubierta por un pañal. Suele ser causado por la irritación de la piel al estar en contacto con la orina y las deposiciones. Puede empeorar cuando el bebé tiene diarrea. Para prevenir los sarpullidos del pañal se pueden cambiar los pañales con frecuencia.
El médico puede recomendarle ciertas medidas para tratar el sarpullido del pañal, como:
- Enjuagar la piel con agua tibia y solo usar jabón luego de las evacuaciones intestinales. Dado que las toallitas húmedas para bebés pueden dejar una capa de bacterias sobre la piel, con frecuencia no se recomienda su uso.
- Dejar el sarpullido al aire lo más posible, dejando el pañal medio suelto, apenas sujeto de la cintura, o dejando al bebé sin pañal durante las siestas.
- Dejar al bebé sobre una toalla para que absorba la orina.
Los cuidadores deben comunicarse con el médico si el sarpullido no mejora en 3 días o si el estado del niño empeora.4
Regurgitaciones y vómitos
Es muy común que los recién nacidos regurgiten y en general no es signo de un problema más grave. Luego de alimentarlo, trate de mantener al bebé tranquilo y en posición erguida un ratito. Por las dudas, tenga a mano una toallita. Comuníquese con el médico de inmediato si el bebé5:
- No sube de peso.
- Regurgita con tanta fuerza que el contenido del estómago sale como disparado por la boca del bebé.
- Regurgita líquido amarillo o verde, sangre o una sustancia que luce como granos de café.
- Tiene sangre en las deposiciones.
- Tiene otros signos de enfermedad como fiebre, diarrea o dificultad para respirar.
A algunos padres les preocupa que el bebé regurgite y se ahogue si duerme boca arriba, pero esto no sucede. Los bebés sanos, naturalmente tragan o tosen los líquidos, es un reflejo que tienen todas las personas. Dado el lugar donde se encuentra la abertura de la tráquea en el organismo, es poco probable que los líquidos provoquen asfixia. De hecho, los bebés pueden expectorar esos líquidos mejor cuando están boca arriba.
La campaña Seguro al dormir® del NICHD (antes llamada "Dormir boca arriba") recomienda acostar a los bebés boca arriba al dormir para reducir el riesgo del síndrome de muerte súbita del lactante (SIDS por sus siglas en inglés). Desde que se comenzó a recomendar dormir boca arriba en 1992, la cantidad de muertes por asfixia no ha aumentado. De hecho, en la mayoría de los pocos casos informados de muerte por asfixia, el bebé estaba durmiendo boca abajo.1
Dentición
Si bien los recién nacidos en general no tienen dientes visibles, los dientes del bebé suelen comenzar a aparecer aproximadamente a los 6 meses. Durante los primeros años, los 20 dientes del bebé saldrán de las encías. La mayoría de los niños tendrá todos los dientes de leche a los 3 años.
En general, aparecen primero los cuatro dientes frontales, a aproximadamente los 6 meses, si bien algunos niños no cortan su primer diente hasta los 12 o 14 meses. A medida que se cortan los dientes, algunos bebés se ponen quisquillosos, irritables, insomnes, inapetentes o se babean más de lo habitual. Si un bebé tiene fiebre o diarrea cuando le salen los dientes o continúa gruñón e incómodo, comuníquese con el médico.6
La FDA no recomienda el uso de medicamentos para adormecer las encías con un ingrediente llamado benzocaína, ya que puede provocar una enfermedad potencialmente mortal en los niños pequeños. Hable con el médico y consúltele sobre el uso de estos productos en su bebé durante la dentición.7 Para aliviar al bebé se puede utilizar un anillo o aro para dentición frío (mordillo) o puede frotarle con suavidad las encías con un dedo limpio.7
Micción
Los bebés pueden orinar con mucha frecuencia, cada 1 a 3 horas, o con poca frecuencia, cada 4 a 6 horas. Si el bebé está enfermo o si hace mucho calor, la cantidad de orina podría reducirse a la mitad y aún ser normal.
La micción nunca debe ser dolorosa. Si observa algún signo de molestia cuando el bebé orina, infórmeselo al médico, ya que podría ser un signo de infección u otro problema del tracto urinario. En un niño sano, la orina es de color amarillo claro a oscuro. (Cuanto más oscuro es el color, más concentrada es la orina; la orina está más concentrada cuando el niño no bebe mucho líquido). La presencia de sangre en la orina o de manchas de sangre en el pañal no es normal, por lo que debe llamar de inmediato al médico. Si hay sangrado junto con otros síntomas, como dolor abdominal o sangrado en otras zonas, debe buscar atención médica de inmediato.8
Ictericia
La ictericia puede hacer que la piel, los ojos y la boca de un bebé tomen un color amarillento. El color amarillo se debe a la acumulación de bilirrubina, una sustancia producida en el organismo durante el proceso normal de descomposición de glóbulos rojos viejos y la formación de glóbulos nuevos.
Normalmente, el hígado retira la bilirrubina del organismo. Pero en muchos niños, durante los primeros días de vida el hígado todavía no funciona al 100% de su capacidad. Como resultado, hay mucha bilirrubina en la sangre y el bebé toma un color amarillento. Esto es la ictericia.
Si bien la ictericia es común y en general no es grave, en algunos casos los altos niveles de bilirrubina pueden provocar daño cerebral. Todos los niños con ictericia deben ser vistos por un médico.
Muchos niños no necesitan tratamiento. Sus hígados comienzan a ponerse al día rápidamente y comienzan a retirar la bilirrubina, en general en unos pocos días después del nacimiento. A algunos bebés, los médicos les indican fototerapia, un tratamiento que utiliza una lámpara especial para ayudar a descomponer la bilirrubina en el organismo.
Si su bebé tiene ictericia, pregúntele al médico cuánto puede tardar en desaparecer después de irse del hospital y coordine una visita de seguimiento según le indique. Si la ictericia dura más de lo esperado o si un bebé que no tenía ictericia comienza a ponerse amarillo luego de irse a casa, consulte a un médico de inmediato. Si pretende que se le de el alta anticipadamente, en particular dentro de las 48 horas del nacimiento, la ictericia del bebé podría llegar a su nivel máximo más adelante en la primera semana.
Es casi imposible saber cuán grave es el grado de ictericia solo con mirar la piel del bebé, en especial en los bebés que no son de raza blanca. Por lo tanto, haga todo lo posible para acudir a los chequeos programados para que el médico pueda verificar el grado de ictericia con un simple análisis de sangre.
« ¿Qué ocurre en el hospital?¿Cuáles son las mejores
estrategias de alimentación? »