En la sección Información sobre la enfermedad encontrará información básica sobre temas como "¿Qué es?" y "¿Cuántas personas tienen la enfermedad?" Además, en esta sección se responde a Preguntas frecuentes específicas sobre un tema determinado.
¿Qué tipos de cuidados especiales suelen recibir los bebés prematuros?
Los bebés nacidos antes de las 37 semanas de desarrollo en el útero se consideran nacimientos prematuros. El embarazo humano normal lleva hasta 40 semanas. Muchos órganos, incluidos el cerebro, los pulmones y el hígado, necesitan las últimas semanas del embarazo para desarrollarse por completo. Incluso los bebés nacidos apenas prematuros tienen mayor riesgo de desarrollar algunos problemas de salud que los bebés nacidos a término. Cuanto antes sea el parto, más alto será el riesgo de complicaciones, discapacidades graves o muerte.
La mayoría de los bebés prematuros tienen pocos problemas de salud, pero los nacidos 2 o más meses prematuramente (antes de las 32 semanas) tienden a tener más problemas. Gracias a los avances en cuidados neonatales, la mayoría de los bebés prematuros se desarrollan muy bien. Los tipos de problemas que enfrentan los bebés prematuros dependen de cuán prematuros sean. Pueden incluir peso bajo al nacer, problemas respiratorios, mayor riesgo de parálisis cerebral y discapacidades intelectuales y del desarrollo, órganos o sistemas de órganos subdesarrollados y mala respuesta a la alimentación.
Los bebés prematuros nacidos en hospitales con unidades de cuidados intensivos neonatales (UCIN) (NICU por sus siglas en inglés) de alto nivel, que brindan atención especializada a los bebés con problemas de salud graves, tienen más probabilidad de sobrevivir. Estas unidades cuentan con equipos de primera línea y con personal médico y de enfermería con entrenamiento avanzado y experiencia en el cuidado de bebés prematuros. El equipo que cuida al bebé puede incluir a un neonatólogo, un médico especializado en el tratamiento de problemas del recién nacido.1
¿Cómo puedo ayudar cuidar la salud de los dientes de mi niño?
Los niños necesitan dientes sanos y fuertes para masticar la comida, hablar y tener una sonrisa saludable. Los primeros dientes (a veces llamados dientes de leche) ayudan a garantizar que los dientes permanentes salgan correctamente.
Los dientes del bebé corren riesgo de tener caries inmediatamente después de salir de las encías, en general alrededor de los 6 meses. La caries dental en los bebés y los niños pequeños con frecuencia se conoce como la caries de biberón. Es más frecuente en los dientes superiores frontales, pero puede afectar a otros dientes.
Los padres pueden seguir los siguientes pasos recomendados por la Asociación Dental Americana para ayudar a evitar la caries dental en su bebé2:
- Durante los primeros días de vida, limpie las encías del bebé con una gasa o un paño limpio y húmedo para mantenerle limpia la boca.
- Cuando empiecen a salirle los dientes, láveselos con suavidad con un cepillo dental para niños y agua.
- En el caso de niños de más de 2 años, lávele los dientes con una cantidad de crema dental fluorada similar al tamaño de una arveja. Asegúrese de que escupa toda la crema dental. Si está considerando usar crema dental fluorada antes de los 2 años, consulte al dentista o al médico del niño.
- Hasta que esté seguro de que el niño puede lavarse los dientes solo, continúe lavándole los dientes dos veces al día con un cepillo dental para niños y una cantidad de crema dental fluorada del tamaño de una arveja.
- Cuando el niño tiene dos dientes que se tocan, debe comenzar a usar hilo dental todos los días.
Para más información, visite la página Cuidado de los dientes del bebé de la Academia Americana de Pediatría.
¿Cómo puedo ayudar a mi bebé a dormir?
Ayudar al niño a aprender a dormirse y permanecer dormido es uno de los principales desafíos del cuidado infantil. Los recién nacidos tienden a dormir o estar adormecidos de 16 a 20 horas al día. Dado que sus relojes internos todavía no funcionan debidamente, duermen mucho tanto durante el día como durante la noche. Los recién nacidos tienen estómagos pequeños, por lo que necesitan estar despiertos para alimentarse regularmente.
Luego de unos meses, los bebés en general comienzan a dormir períodos más largos por la noche y a estar despiertos más tiempo durante el día. Poner en práctica rutinas para la hora de dormir y colocar al bebé en la cuna antes de que se duerma ayuda a establecer mejores patrones de sueño.
La Academia Americana de Pediatría desaconseja el colecho (compartir la cama), la práctica de que padres y bebés duerman juntos. El colecho aumenta el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante (SIDS por sus siglas en inglés) y otras causas de muerte infantil relacionadas con el sueño, como la asfixia. La alternativa recomendada es compartir la habitación, es decir, mantener el lugar de dormir del bebé en su misma habitación.
Si lleva al bebé a su cama para amamantarlo, asegúrese de volver a ponerlo en la cuna o moisés (que cumpla con las características de seguridad) que se encuentra en su habitación al finalizar. El lugar donde duerme el bebé debe cumplir con las normas de seguridad.
Para más información léase Todo sobre el sueño , publicado por la Academia Americana de Médicos de Familia. March of Dimes también brinda algunas ideas de rutinas para la hora de dormir que puede poner en práctica cuando el bebé tiene 4 a 6 meses.
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la salud del niño en la primera infancia?