Un médico debe examinar a su bebé regularmente, ya que el crecimiento y el desarrollo son muy rápidos en los primeros dos años de vida.
El primer chequeo del niño debe realizarse poco después del nacimiento. Es probable que su pediatra coordine una visita a los pocos días de llevar al bebé a casa. Un cronograma típico de chequeos para el bebé, según las recomendaciones de la Academia Americana de Pediatría, sería algo así:1
- 1 mes
- 2 meses
- 4 meses
- 6 meses
- 9 meses
- 1 año
- 15 meses
- 18 meses
- 2 años
Cada visita incluye un examen físico completo. El médico verificará el crecimiento y el desarrollo del bebé y registrará su peso, su altura y otra información importante. En algunas visitas se realizarán pruebas de visión, audición y otras funciones. También son importantes las inmunizaciones y el cuidado preventivo para que el bebé esté sano.1
Durante estas visitas al médico, es fundamental la comunicación entre el médico y los padres, por lo que lo ideal es que vayan ambos padres. En estas visitas, usted y el pediatra podrán conocerse e intercambiar preguntas y respuestas. El médico le brindará información sobre desarrollo normal, nutrición, sueño, seguridad, enfermedades que andan en la vuelta y otra información importante. A veces es útil anotar las preguntas e inquietudes antes de la visita.1,2
Se debe prestar especial atención a que el niño alcance los hitos del desarrollo normales. El peso, la altura y la circunferencia encefálica se registran en una tabla de crecimiento que el médico guarda junto con su historia clínica. Este puede ser un buen punto de partida para hablar sobre la salud del niño.1
Además de llevar al niño a estos chequeos programados, llame y vaya al médico cada vez que el niño parezca enfermo o le preocupe su salud o desarrollo.
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