Existen dos causas principales de STD/STI:
- Bacterias, incluida la clamidia, la gonorrea y la sífilis
- Virus, incluido el VIH/SIDA, el virus del herpes simple, el virus del papiloma humano (HPV por sus siglas en inglés), el virus de la hepatitis B y el citomegalovirus (CMV). Los hongos y los parásitos protozoarios, como el trichomonas vaginalis, o los insectos como las ladillas o los ácaros de la sarna/escabiosis, pueden causar STD/STI.1
Cualquier STD/STI puede transmitirse mediante la penetración, y algunas de ellas también pueden transmitirse mediante el sexo oral y los juegos sexuales. No es necesario que haya eyaculación para que se transmita una STD/STI de persona a persona. Compartir agujas contaminadas para inyectar drogas o equipos contaminados para piercings o tatuajes también puede transmitir algunas infecciones, como el VIH o la hepatitis B y C.
Algunas pocas enfermedades (como el CMV y el molluscum contagiosum ) pueden ser de transmisión sexual pero también pueden transmitirse de manera no sexual, a través del contacto cercano. Independientemente de cómo haya estado expuesta una persona, una vez que se ha contagiado una STD/STI, puede transmitir la infección a otras personas mediante el sexo oral, vaginal o anal, incluso si no tiene síntomas.
Las STD/STI son particularmente preocupantes en las mujeres embarazadas, porque algunas infecciones pueden transmitirse al bebé antes del nacimiento o durante el parto. Sin embargo, el riesgo de transmisión de madre a hijo puede disminuirse, por lo que es importante que todas las mujeres embarazadas se realicen pruebas de detección.
Por ejemplo, el VIH puede transmitirse de la madre al bebé durante el embarazo, durante el parto y después del parto, con el amamantamiento.2 Esta transmisión puede prevenirse mediante un tratamiento con determinados medicamento durante el embarazo y cerca de la fecha de parto. Luego del parto, las mujeres con VIH no deben amamantar a sus bebés si existen alternativas seguras, como la fórmula, de modo de disminuir aún más los riesgos para el niño.3
En otros casos, si la madre tiene una infección como gonorrea o herpes, en los cuales los riesgos de transmisión son altos durante el parto, se pueden tomar otras medidas para reducir las probabilidades de que el bebé se infecte. En estas situaciones, los profesionales de la salud pueden tratar la STD/STI de una mujer embarazada antes del parto, o el bebé puede nacer por cesárea.3
El CMV afecta a alrededor del 1% de todos los nacimientos. Una mujer embarazada que tenga el CMV puede transmitir la infección al feto en el útero o al bebé durante el parto o el amamantamiento. También puede transmitírselo al recién nacido después del parto si el niño entra en contacto con sus fluidos corporales (como la saliva o la orina) que contengan el virus. Si un profesional de la salud sospecha que una mujer tiene el CMV durante el embarazo, se realizan una ecografía, análisis de sangre y otras pruebas para evaluar la salud del feto. La mayoría de los bebés infectados con el virus durante el embarazo no tiene problemas detectables luego del nacimiento. Pero entre el 10% o 20% tendrá problemas graves, entre ellos sordera y discapacidades intelectuales. Si las pruebas fetales muestran un riesgo alto de problemas graves para el bebé, algunas mujeres optan por interrumpir el embarazo. Los investigadores están estudiando medicamentos antivirales, tratamientos inmunitarios y otros enfoques médicos para controlar la infección durante el embarazo. Algunas investigaciones se están centrando en la elaboración de vacunas para prevenir la infección por el CMV.4
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