Cualquier persona que sea sexualmente activa debe hablar sobre sus factores de riesgo de STD/STI con un profesional de la salud y hacerle preguntas sobre las pruebas de detección. Si usted es una persona sexualmente activa, es importante que recuerde que podría tener una STD/STI y no saberlo, ya que muchas STD/STI no presentan síntomas. Debe hacerse pruebas de detección y chequeos regulares con un profesional de la salud que puede ayudarle a evaluar y controlar los riesgos, responder a sus preguntas y diagnosticar y tratar una STD/STI, si fuera necesario.
Es importante comenzar un tratamiento lo antes posible para evitar contagiar a otras personas y minimizar las complicaciones a largo plazo de las STD/STI. Las parejas sexuales recientes también deben hacerse el tratamiento para prevenir la reinfección y las nuevas transmisiones.
Algunas STD/STI pueden diagnosticarse durante un examen físico o mediante un examen con microscopio de la herida o del fluido extraído de la vagina, el pene o el ano. Este fluido también puede cultivarse durante algunos días para detectar la existencia de una bacteria u hongo infeccioso. Los efectos del virus del papiloma humano (HPV por sus siglas en inglés), que causa verrugas genitales y cáncer de cuello uterino, pueden detectarse en una mujer mediante una prueba de Papanicolaou, en la que el profesional de la salud toma muestras de células del cuello uterino para estudiarlas en el microscopio y comprobar que no haya cambios anormales.1 Los análisis de sangre se realizan para detectar infecciones como la hepatitis A, B y C o el VIH/SIDA.
Dado que las enfermedades de transmisión sexual se contagian de persona a persona y pueden tener consecuencias graves para la salud, el departamento de salud notifica a las personas que estuvieron expuestas a determinadas STD/STI. Sin embargo, no todas las STD/STI se informan. Si usted ha sido informado de esta exposición, es importante que vea a un profesional de la salud, se haga las pruebas de detección y comience el tratamiento de inmediato.
La evaluación es especialmente importante en las mujeres embarazadas, porque muchas STD/STI pueden transmitirse al feto durante el embarazo o el parto. Durante una de las primeras visitas prenatales, y con la ayuda de su profesional de la salud, la futura madre deberá realizarse pruebas para detectar estas infecciones, como el VIH y la sífilis. Algunas de estas STD/STI pueden curarse con un tratamiento con medicamentos, pero no todas. Sin embargo, incluso si la infección no fuera curable, una mujer embarazada generalmente puede tomar medidas para proteger al bebé de la infección.2