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El NICHD respalda la investigación sobre todos los aspectos de la salud y el desarrollo infantiles. Este año, el instituto financió su tercer centro especializado en investigación del maltrato infantil . Los centros, ubicados en la Universidad de Washington en St. Louis, la Universidad de Rochester en Nueva York (en asociación con la Universidad de Minnesota) y la Universidad Estatal de Pensilvania, realizarán investigaciones sobre el maltrato infantil y funcionarán como un recurso nacional para los investigadores y la comunidad para crear conciencia y comprender sobre el abuso y la negligencia infantil y sus efectos en la salud y el bienestar.
En enero, investigadores respaldados por el NICHD informaron que los graduados de un programa de educación de la primera infancia tenían más probabilidades de obtener títulos universitarios cuando fueran adultos. En el estudio se realizó un seguimiento del progreso de casi 1,000 niños durante 30 años que asistieron al programa de Child-Parent Centers cuando iban a preescolar en el centro de Chicago. El programa proporcionaba enseñanza intensiva en lectura y matemáticas, así como excursiones educativas frecuentes, desde prejardín hasta tercer grado. Los hallazgos sugieren que los programas de intervención de primera infancia de alta calidad pueden ofrecer beneficios hasta la edad adulta.
En marzo, un estudio financiado por el NICHD descubrió que los niños de hasta 4 años con síntomas del trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) ya pueden tener diferencias significativas en la estructura cerebral. El estudio es el primer examen exhaustivo de los cambios en la estructura del cerebro en preescolares con signos de TDAH, un trastorno marcado por un patrón de falta de atención, hiperactividad y comportamiento impulsivo. Los hallazgos proporcionan las bases para comprender los cambios cerebrales en el desarrollo de los síntomas del TDAH. El equipo del estudio continuará realizando un seguimiento y monitoreando a los niños a medida que crecen.
En agosto, un estudio respaldado por el NICHD descubrió que hablarles a niños pequeños, de 4 a 6 años de edad, fortaleció las regiones del lenguaje de su cerebro . Es importante destacar que los investigadores descubrieron que este impulso se produjo independientemente del estado socioeconómico, lo que es importante porque otros estudios han encontrado que los niños de entornos económicos más bajos suelen escuchar menos palabras en comparación con sus compañeros de clase más pudientes. El trabajo sugiere que los programas de intervención de la primera infancia podrían mejorar las habilidades del lenguaje y potencialmente compensar algunas desventajas socioeconómicas al aumentar la exposición de los niños a la conversación.