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Los adolescentes tienen necesidades de salud únicas en comparación con los niños y adultos, y el NICHD respalda las investigaciones para comprender mejor y mejorar su salud y bienestar.
En abril, un estudio dirigido por el NICHD informó que el acoso cibernético , la insatisfacción con relaciones familiares y las necesidades médicas insatisfechas son los principales factores que contribuyen a las altas tasas de síntomas depresivos observados entre adolescentes homosexuales, lesbianas, bisexuales o que cuestionan su orientación sexual. Los resultados sugieren que la adolescencia es una ventana fundamental para las intervenciones para abordar los síntomas depresivos y que, sin detección y ayuda, estas disparidades pueden persistir en la edad adulta en los jóvenes de minorías sexuales.
Aprender a conducir es un rito de iniciación común entre adolescentes. En julio, los investigadores del NICHD publicaron trabajos que demuestran que el riesgo de choque en conductores adolescentes es mayor durante los primeros 3 meses después de obtener la licencia de conducir. El equipo descubrió que los conductores adolescentes tienen ocho veces más probabilidades de estar involucrados en un choque o en un incidente durante los primeros 3 meses luego de obtener la licencia, en comparación con los 3 meses anteriores con el permiso de principiante. El trabajo sugiere que a los adolescentes podría resultarles útil que la supervisión de un adulto fuera más gradual durante los primeros meses de conducir solo.
Este año, una investigación respaldada por el NICHD logró avances en ayudar a los adolescentes en riesgo de infección por VIH. En mayo, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos aprobó un medicamento contra el VIH, Truvada®, para su uso en adolescentes en riesgo . Truvada es una píldora única que se usa para la profilaxis previa a la exposición (PrEP). La decisión de la FDA se basó en un estudio respaldado por el NICHD que descubrió que cuando los adolescentes tomaban el medicamento de manera adecuada, podía ser eficaz para reducir el riesgo de nuevas infecciones por VIH, sin evidencia de efectos secundarios dañinos en los riñones o los huesos. En septiembre, el NICHD, junto con otros institutos y oficinas de los NIH, otorgó $7.5 millones para un programa de investigación internacional para prevenir y tratar la infección por VIH entre adolescentes y adultos jóvenes en siete países africanos y en Brasil. El estudio, llamado PATC3H, respaldará las investigaciones para desarrollar estrategias para identificar a los jóvenes en riesgo de infección por VIH y aquellos que viven con el VIH y para ayudarlos a inscribirse en los programas de atención médica.