Un participante del estudio manipula bloques durante una sesión de terapia.
Crédito: Dra. Bernadette Gillick, Universidad de Minnesota, Gillette Children's Specialty Healthcare
Este año, el NICHD y el Departamento de Defensa lanzaron un Registro de preservación y pérdida de extremidades para calcular la cantidad de personas en los Estados Unidos que viven con pérdida de extremidades y proporcionar información sobre sus desafíos y necesidades. El registro es el primero a nivel nacional sobre la pérdida de extremidades y está pensado para recopilar datos que mejorarán las tareas de prevención, tratamiento y rehabilitación.
En enero, investigadores respaldados por el NICHD identificaron niveles óptimos de presión arterial en bebés y niños que necesitan reanimación cardiopulmonar o RCP. Tradicionalmente, los rescatistas están entrenados para centrarse en la profundidad de las compresiones de RCP, pero el nuevo estudio ofrece una medida más objetiva: los niveles de presión arterial. El equipo descubrió que cuando las tasas de presión arterial se mantenían en determinados niveles durante el curso de RCP, los bebés y los niños tenían un 70% más de probabilidades de sobrevivir y ser dados de alta del hospital y un 60% más de probabilidades de sobrevivir con consecuencias neurológicas favorables.
En febrero, investigadores financiados por el NICHD informaron que un tratamiento de estimulación cerebral puede ayudar a los niños con parálisis cerebral a recuperar la función de las extremidades . Los investigadores realizaron un estudio preliminar de 20 niños y adolescentes y descubrieron que aplicar una corriente eléctrica leve a la parte del cerebro que no se ve afectada por la afección provocó un aumento pequeño pero significativo en la función de la mano. Si bien la mejora fue solo modesta para algunos participantes, los investigadores buscan determinar formas de identificar a quienes se beneficiarán más con el tratamiento.
En septiembre, investigadores respaldados por el NICHD publicaron hallazgos sobre el impacto de las redes sociales en los comportamientos de salud y las discapacidades . El equipo del estudio creó una herramienta que puede ayudar a los investigadores a cuantificar el impacto de las redes sociales en la salud de una persona. Esta es una herramienta web y es de código abierto, lo que facilita su uso en diferentes tipos de estudios de investigación clínica. Los investigadores demostraron la función de la herramienta midiendo las redes sociales de casi 1,500 personas en riesgo de esclerosis múltiple, un trastorno neurológico. Descubrieron que las características de las personas que rodeaban al participante, como los comportamientos negativos de salud, estaban fuertemente asociadas con el propio nivel de discapacidad autoinformada por el participante. Los resultados sugieren que las intervenciones que se dirigen a elementos del entorno social de una persona podrían ayudar a mejorar la salud de esa persona y el futuro curso de su enfermedad.