Los cuidados después de la muerte fetal depende de cuándo ocurre.
Si ocurre en el útero, entonces el feto y la placenta deben ser extraídos o se debe realizar el parto y el alumbramiento. Si ocurre durante el trabajo de parto o el parto, aún es necesario extraer la placenta o realizar el alumbramiento.
Los proveedores de atención médica intentarán determinar la causa de la muerte fetal mediante la examinación del feto, la placenta y otros tejidos del embarazo y, posiblemente, mediante una autopsia.
Al mismo tiempo, los proveedores deberán ofrecer apoyo para ayudar a la familia a hacer frente a la pérdida que han sufrido.
Cuando o si la familia desea intentar otro embarazo, los proveedores pueden trabajar con ellos para analizar los factores de riesgo y las posibles formas de prevenir otro caso de mortinatalidad.
Aprenda más sobre cada aspecto del aspecto de la mortinatalidad.
Si la muerte fetal ocurre en el útero, el paso siguiente es realizar el parto y el alumbramiento de la placenta. Esto no siempre tiene que realizarse de inmediato. Algunos padres posiblemente deseen tomarse un tiempo para adaptarse o para prepararse. Otros quizás prefieran completar el proceso lo antes posible.1
Los proveedores de atención médica habitualmente utilizan uno de los siguientes métodos para el parto del feto y el alumbramiento de la placenta1:
Inducción. El personal médico le administra medicamentos a la persona embarazada para comenzar el trabajo de parto. Luego rompen las membranas y proceden con el trabajo de parto y parto de la manera habitual. Este método se utiliza más frecuentemente en etapas avanzadas del embarazo.
Dilatación y evacuación. En este procedimiento, los médicos le administran medicamentos a la persona embarazada para ayudar a que el cuello uterino se abra o dilate. Una vez que el cuello uterino se abre, los médicos administran medicamentos para entumecer el canal de parto y el útero. Luego extraen en forma quirúrgica el feto, la placenta y otros materiales del embarazo mediante la inserción de instrumentos por la vagina y el cuello uterino para ingresar al útero. La dilatación y evacuación es solo una opción en el segundo trimestre.
Extraer la placenta una vez que el feto ha sido extraído o se ha hecho el parto es una parte importante de todos los embarazos. La placenta proporciona la transferencia de oxígeno y nutrientes a través de la sangre. Si no se la extrae, o si solo se la extrae parcialmente después de que terminó el embarazo, el riesgo de problemas potencialmente mortales, como hemorragia o sepsis, es muy alto.
Los médicos intentarán averiguar la causa de la muerte fetal, si es posible. Según el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos, conocer la causa puede permitirle a la familia cerrar la herida, y puede ayudar a identificar riesgos que podrían afectar futuros embarazos.
Los proveedores de atención médica podrían examinar un mortinato mediante1:
Inspección del exterior del feto, la placenta y otros tejidos. Esta examinación puede revelar problemas, como un nudo en el cordón umbilical o un problema en el desarrollo de la placenta, que podría haber causado o contribuido a la muerte. El examen posiblemente incluya pesar y medir el feto y la placenta y tomar filmaciones o fotografías para ingresar en la historia clínica o para mostrar a un especialista.
Examinación de células y material genético de la persona. Con el permiso de los padres, los médicos posiblemente obtengan muestras de tejido y líquidos y los envíen a un laboratorio para análisis. Estas pruebas quizás identifiquen problemas con las células, anomalías cromosómicas o genéticas, o infección como posible causa de la muerte fetal.
Realización de una autopsia. Con el permiso de los padres, los médicos posiblemente realicen una autopsia. Una autopsia implica examinar el feto para buscar problemas en el cerebro, el corazón u otros órganos.
Si no se realiza una autopsia, se pueden llevar a cabo radiografías u otros tipos de estudios por imágenes para mostrar el interior del cuerpo.1
Sufrir la muerte de un feto puede ser devastador para una persona embarazada y su familia. Recibir apoyo de los proveedores, asesores, amigos y familiares es importante para el proceso de sanación. Las personas manejan la pérdida de una manera diferente, y hay muchas maneras de apoyar a alguien que sufre la muerte de un feto.1 Lea más acerca de cómo hacer frente al dolor tras de la muerte del feto.
El manejo de los factores para reducir el riesgo de futuras muertes fetales es un desafío. En algunos casos, no hay ningún factor de riesgo conocido presente cuando se produce una muerte fetal, o los factores de riesgo no son modificables. En otros casos, no se puede identificar ninguna causa, o esta posiblemente haya sido espontánea.
Las familias que hayan sufrido la muerte de un feto deberían trabajar con los proveedores de atención médica para identificar y tratar cualquier factor de riesgo modificable antes de intentar otro embarazo. Es posible que las familias también deseen consultar a un asesor en genética y a otras personas que puedan proporcionar otros conocimientos.1