Los investigadores descubrieron que algunos métodos para tratar de detener el trabajo de parto prematuro no son tan efectivos como se creía antes. Estos incluyen:
- Monitores uterinos para el hogar1
- Pruebas de rutina a todas las mujeres asintomáticas para detectar la infección por vaginosis bacteriana (Trichomonas vaginalis).2 Las pruebas de rutina y el tratamiento con antibióticos no redujeron los partos prematuros; de hecho, estos últimos aumentaron el riesgo de un parto prematuro.2
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las probabilidades de un trabajo de parto
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