La investigación del NICHD sobre el síndrome de Turner apunta a comprender mejor tanto los efectos físicos como psicosociales del síndrome. La enfermedad es relativamente común: El síndrome de Turner ocurre en 1 de cada 2.500 nacimientos con vida de niñas, por lo que es más común que la fibrosis quística1 y la hemofilia.2 Sin embargo, todavía hay mucho que no se entiende sobre los efectos para toda la vida del síndrome de Turner. La enfermedad cardíaca, la baja estatura y los aspectos sociales del desarrollo sexual son todas áreas de actividad de los investigadores del NICHD. Otra investigación apunta a comprender los efectos del síndrome en la función cardíaca y la resistencia a la insulina, así como los efectos a largo plazo de los tratamientos con estrógeno y hormona del crecimiento.