El año 2020 trajo una mayor conciencia social sobre el racismo sistémico y las disparidades en nuestro país. El NICHD tiene un compromiso de larga data para abordar las disparidades de salud, en especial en el contexto de la salud de la mujer y el embarazo.
Los investigadores respaldados por el NICHD evaluaron los hospitales de la ciudad de Nueva York y clasificaron el desempeño como excelente, bueno, regular, regular a malo y malo en cuanto al tratamiento y los resultados para las mujeres embarazadas y los recién nacidos muy prematuros. El equipo del estudio observó que las mujeres afroamericanas e hispanas, en comparación con las mujeres blancas, tenían menos probabilidades de dar a luz en hospitales "excelentes" y más probabilidades de dar a luz en hospitales de "mala" calidad. Es importante destacar que sus hallazgos no se explicaron por diferencias en la cobertura del seguro, educación materna u otros factores sociodemográficos y clínicos. Los investigadores enfatizaron que las disparidades maternas y neonatales como resultado de la calidad del hospital pueden conducir a resultados de salud deficientes que afectan la salud y el bienestar de por vida.
Los investigadores financiados por el NICHD también desarrollaron un nuevo sistema para clasificar la morbilidad materna grave (complicaciones potencialmente mortales asociadas con el parto) en los hospitales de los Estados Unidos. En los Estados Unidos, las tasas de morbilidad materna grave están aumentando para todas las mujeres y son mayores entre las minorías raciales y étnicas. El nuevo sistema permite a los investigadores comparar las tasas de morbilidad materna graves entre diferentes hospitales y diferentes grupos de pacientes. El equipo del estudio espera que el nuevo sistema ayude a la investigación y los esfuerzos por mejorar la salud materna en todo el país.
Además de la raza y el origen étnico, la geografía juega un papel en las disparidades de salud. Los investigadores respaldados por el NICHD evaluaron los desiertos en la atención de la maternidad , es decir, condados que carecen de hospitales con atención obstétrica y obstetras/ginecólogos o enfermeras parteras certificadas, en Louisiana. El equipo del estudio observó que el riesgo de muerte durante el embarazo y hasta un año después del parto era significativamente mayor para las mujeres que vivían en estos "desiertos" de atención médica. Además, encontraron importantes desigualdades raciales en estos riesgos que iban más allá del acceso geográfico a la atención médica materna. Otro estudio financiado por el NICHD informó que las mujeres embarazadas en áreas rurales de los Estados Unidos tenían más probabilidades de requerir una transfusión de sangre durante el trabajo de parto y el parto, en comparación con las mujeres en áreas más urbanizadas. Estos estudios tienen como objetivo identificar formas tangibles de mejorar los resultados de salud de las mujeres que viven en áreas rurales y desatendidas.
En 2020, el NICHD también se unió a colegas de los NIH para lanzar una nueva iniciativa para combatir el creciente problema de la mortalidad y morbilidad maternas en los Estados Unidos. La iniciativa de Implementación de una visión de resultados de salud materna y embarazo para todos (IMPROVE) apoya la investigación sobre las principales causas de muerte materna en los Estados Unidos (enfermedad cardíaca, hemorragia o sangrado e infección), así como las enfermedades que contribuyen a esta, como diabetes, obesidad, trastornos de salud mental, trastornos por uso de sustancias y factores estructurales y del sistema de salud que pueden contribuir a retrasos o interrupciones en la atención materna.
El NICHD también centra su atención en las disparidades de salud de las mujeres con discapacidades. Un estudio respaldado por el NICHD observó que las mujeres sordas y con problemas de audición tenían un mayor riesgo de sufrir complicaciones durante el embarazo y el parto , como diabetes gestacional y trastornos de la presión arterial, en comparación con otras mujeres. Si bien no se determinaron las razones de estas disparidades, los investigadores creen que las dificultades para comunicarse con los proveedores de atención médica pueden desempeñar un papel importante.
En otro estudio, los investigadores respaldados por el NICHD encontraron diferencias importantes entre las mujeres que se sometieron a una histerectomía , la extirpación del útero por razones de salud. El estudio proporciona estimaciones actuales de las tasas de histerectomía en Carolina del Norte para afecciones ginecológicas no cancerosas. Este trabajo es importante porque las mujeres que se someten a una histerectomía tienen más probabilidades de sufrir graves consecuencias para la salud en el futuro. Los investigadores observaron que las tasas de histerectomía siguen siendo desproporcionadamente altas entre las mujeres afroamericanas, los nativos americanos y otros grupos no blancos. Se necesita más investigación para comprender por qué existen diferencias tan amplias para que las mujeres no se sometan al procedimiento por razones innecesarias.