Dado que sus cuerpos están en desarrollo, los niños y los adolescentes deben tomar combinaciones, cantidades y fórmulas de medicamentos contra el VIH diferentes de las de los adultos.
Los niños y los jóvenes también podrían requerir tratamientos especiales para los efectos secundarios del VIH o los medicamentos para tratarlo. Por ejemplo, el tenofovir, un medicamento contra el VIH muy utilizado, puede hacer que los huesos de los jóvenes se vuelvan más débiles y poner en peligro su salud ósea a largo plazo. Investigaciones patrocinadas por el NICHD descubrieron que las píldoras de vitamina D podrían prevenir este problema.
La mejor estrategia de tratamiento podría ser diferente para cada niño o adolescente. A continuación figuran algunos factores que afectan el tratamiento.
- Momento de la infección. La infección por el VIH es diferente en las personas jóvenes infectadas al nacer o en la infancia que en quienes se infectaron recientemente. La infección por el VIH podría avanzar rápidamente y causar la muerte de los bebés infectados al nacer. Por este motivo, se recomienda que todos los bebés menores a 12 meses infectados por el VIH comiencen a recibir los medicamentos contra el VIH lo antes posible, incluso si no tienen síntomas. En los niños mayores, se realiza una evaluación de las células inmunitarias (CD4+) y de los síntomas para determinar cuándo deberían comenzar con la terapia contra el VIH.
- Disponibilidad de medicamentos contra el VIH pediátricos. Los niños pequeños no pueden tragar píldoras o cápsulas y, por lo tanto, necesitan fórmulas especiales, por ejemplo líquidas. No todos los medicamentos contra el VIH para adultos están disponibles de modo tal que los bebés y los niños pequeños los puedan tomar.
- Disponibilidad de información sobre dosis pediátricas. Las dosis de los medicamentos contra el VIH que deben darse a los niños no son las mismas que las de los adultos y también varían en los niños según su edad. No todos los medicamentos aprobados para adultos han sido estudiados en niños, por lo que no se sabe cuál sería la dosis adecuada. Además, podría haber información sobre la dosis de algunos medicamentos contra el VIH para niños mayores, pero no para niños pequeños.
- Tratamiento contra el VIH anterior. Algunos tratamientos contra el VIH dejan de tener efecto luego de cierto tiempo, porque el virus puede volverse resistente a los medicamentos. Por ejemplo, los adolescentes infectados al nacer pueden albergar un VIH que se ha vuelto resistente a algunos medicamentos y en determinados momentos tener dificultad para tomar medicamentos contra el VIH que mantengan los niveles del VIH en la sangre (carga viral) bajo control. Véase "adhesión al tratamiento" abajo.
- Adhesión al tratamiento. A muchos niños y adolescentes les preocupa "encajar" con sus amigos y podrían no pensar en las consecuencias futuras tanto como los adultos. Por esta y otras razones, algunos tienen dificultades para tomar los medicamentos tal como se les indica. Si los medicamentos no se toman correctamente, o tal como fueron indicados (lo que se conoce como mala adhesión al tratamiento), el virus podría tornarse resistente a los medicamentos. Muchas estrategias pueden ayudar a mejorar la adhesión al tratamiento en los jóvenes, como utilizar planes de tratamiento más simples, mensajes de texto que recuerden tomar las píldoras y el apoyo de pares infectados por el VIH.
Con el apoyo del NICHD, la Red de Ensayos sobre Adolescentes (ATN por sus siglas en inglés) se centra en encontrar los mejores tratamientos para los jóvenes infectados por el VIH o en riesgo de contraer la infección. La ATN brinda más información sobre qué hace y cómo participar .
AIDS.gov brinda más información sobre el tratamiento y otros temas relacionados con los niños y el VIH.