El NICHD apoya la investigación sobre el COVID-19 para abordar mejor las necesidades de mujeres, niños y personas con discapacidad a medida que evoluciona la pandemia. Los hallazgos de este trabajo ayudaron a comunicar las políticas escolares, identificaron nuevos tratamientos potenciales y abordaron problemas de salud a largo plazo.
El NICHD apoyó un estudio que evaluó los efectos protectores del microbioma contra la infección por SARS-CoV-2. A través de modelos con ratones y cultivos de células humanas, los investigadores descubrieron que el microbioma intestinal puede proteger contra la infección nasal mediante la producción de ácidos grasos de cadena corta (AGCC). Los AGCC protegieron a las células huésped reduciendo la regulación del receptor de entrada del SARS-CoV-2, la enzima convertidora de angiotensina 2 (ACE2). Estos compuestos de AGCC también regularon la respuesta de coagulación del organismo, que puede verse alterada en casos graves de COVID-19. Además, los AGCC potenciaron las respuestas inmunitarias adaptativas, lo que contribuye a la memoria inmunitaria.
Otro estudio con el apoyo del NICHD probó un tratamiento a domicilio para controlar los síntomas prolongados del COVID. El proyecto piloto evaluó un tipo de estimulación cerebral que no es invasiva, denominado estimulación transcutánea del nervio vago auricular (taVNS), que proporciona estimulación eléctrica al nervio vago a través de sensores que se colocan en el conducto auditivo externo. Los estudios anteriores indican que este tipo de terapia, cuando se realiza en consultorios, puede reducir el dolor, mejorar la cognición y ayudar a controlar diversos trastornos neuropsiquiátricos. El equipo del estudio desarrolló un tratamiento taVNS basado en la telemedicina que se administraba por cuenta propia dos veces al día por un máximo de cuatro semanas. Los investigadores comprobaron que la terapia era segura y viable, y que los pacientes también experimentaban una leve mejoría de los síntomas que indicaban tener. Se necesita un estudio más amplio para evaluar mejor los efectos clínicos.
Como parte del programa RADx-UP de los NIH , los científicos con el financiamiento del NICHD siguen estudiando la transmisión del COVID-19 en entornos escolares a fin de optimizar la seguridad en el aprendizaje presencial. Un estudio, que incluyó a más de 1.1 millones de estudiantes que asistían a la escuela de manera presencial en nueve estados, descubrió que las escuelas con uso de mascarilla obligatorio durante la oleada de la variante Delta tuvieron aproximadamente un 72% menos de casos de transmisión del SARS-CoV-2 en las escuelas, en comparación con las escuelas con políticas opcionales o parciales sobre el uso de la mascarilla. Un grupo de investigadores de Carolina del Norte, con el financiamiento del NICHD, creó la ABC Science Collaborative para recopilar información sobre la transmisión y mitigación del COVID-19 en las escuelas. A su vez, los funcionarios locales utilizaron la información de Collaborative para informar sobre los procedimientos de seguridad para la reapertura a tiempo completo y de manera presencial de las escuelas públicas. Otro equipo de investigación con el financimiento del NICHD ayudó a definir las medidas de seguridad escolar para niños con discapacidades y complejidades médicas que corren un mayor riesgo de sufrir complicaciones por el COVID-19. Los investigadores describen varios modelos para detectar y analizar la infección por SARS-CoV-2 entre estos grupos de alto riesgo, para identificar estrategias eficaces que puedan utilizarse en todo el país para las pandemias actuales y futuras.