Comprender las disparidades en salud es fundamental para abordarlas y eliminarlas. Las investigaciones recientes del NICHD sobre disparidades en materia de salud se han centrado en la salud de la mujer y en las discapacidades intelectuales, del desarrollo o físicas.
Los investigadores con el apoyo del NICHD evaluaron la calidad de la atención y el conocimiento de los derechos de los discapacitados entre los médicos que atienden a pacientes con discapacidades. Una encuesta realizada a 714 médicos estadounidenses reveló que aproximadamente el 36% sabía poco o nada sobre sus responsabilidades legales bajo la Ley para Estadounidenses con Discapacidades (ADA), y solo el 56% acogía a pacientes con discapacidades en sus consultorios. Alrededor del 71% respondió incorrectamente a la pregunta sobre quién determina las "adaptaciones razonables", y el 68% consideró que corría el riesgo de enfrentarse a demandas conforme a la ADA. Los resultados destacan la necesidad de que los médicos reciban más formación sobre discapacidad para mejorar el cumplimiento de la ADA.
Para dar seguimiento a este trabajo, el equipo de investigación dirigió grupos de enfoque por videoconferencia para obtener más información de los proveedores de salud. Los 22 participantes (en su mayoría médicos de la comunidad que representaban pequeñas consultorios de uno o dos médicos) afirmaron sentirse abrumados ante los requisitos de la ADA. También informaron sobre la falta de adaptaciones para personas con discapacidad, como edificios inaccesibles y falta de equipo adecuado (p. ej., mesas de examen con altura ajustable y básculas para usuarios en sillas de ruedas). Muchos médicos expresaron prejuicios contra las personas con discapacidad y expusieron estrategias para darles de alta de sus consultorios. Este estudio también resaltó varias barreras estructurales a la atención de las personas con discapacidad, entre ellas de procedimiento, políticas y financieras. Según el equipo del estudio, se requieren importantes mejoras para superar las barreras a nivel médico y del sistema que dificultan la atención a las personas con discapacidad.
Los investigadores con el financimiento del NICHD también evalúan la salud reproductiva de los adolescentes con parálisis cerebral (PC), un grupo de trastornos neurológicos que comienzan en la infancia o en los primeros años de la niñez y que afectan principalmente al movimiento corporal. Un equipo informó que los adolescentes con parálisis cerebral tenían tres veces menos probabilidades de iniciar la serie de vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH), que consiste en dos o tres inyecciones. Sin embargo, las probabilidades de que aquellos adolescentes con parálisis cerebral que iniciaron la serie de vacunación la completaran eran las mismas que las de otros adolescentes sin parálisis cerebral. Estos resultados resaltan la oportunidad de explorar las barreras psicosociales y las disparidades en salud de las personas con discapacidad.
Los investigadores del NICHD también descubrieron que los patrones de adversidades durante los primeros años de la infancia influyen en el riesgo de sufrir muerte prematura en la edad adulta. La combinación de la pobreza infantil y el hacinamiento en el hogar se asoció con un riesgo 41% mayor de sufrir muerte prematura, y la pobreza infantil combinada con la separación de uno de los padres se asoció con un aumento del 50% en el riesgo de muerte prematura, en comparación con los niños que no experimentaron adversidades en los primeros años de vida. Los resultados señalan que existen oportunidades específicas para intervenir y elaborar políticas que prevengan las consecuencias de las disparidades tempranas en materia de salud a largo plazo.
Los investigadores con el financiamiento del NICHD también buscan optimizar la atención a las madres adolescentes y sus bebés . Un equipo observó que la participación de las madres adolescentes en las "clínicas para adolescentes e infantes" era baja. Las clínicas para adolescentes e infantes ofrecen una atención integrada para la madre y el hijo, quienes reciben la atención de profesionales de la salud en la misma visita médica. Este tipo de atención integrada se asocia a mejores resultados, como menores tasas de embarazos recurrentes y mayores tasas de vacunación. Los resultados sugieren que una mejor implementación de este tipo de atención beneficiaría a las madres adolescentes en los Estados Unidos.