Pruebas de detección para recién nacidos

Los programas de pruebas de detección para recién nacidos de todos los Estados Unidos actualmente se realizan a 4 millones de bebés cada año. Este programa de salud pública detecta trastornos tratables en recién nacidos, lo que permite que el tratamiento comience a menudo antes de que se presenten los síntomas o problemas permanentes. Las pruebas de detección para recién nacidos no solo salvan vidas, sino que también pueden mejorar la salud y calidad de vida de los niños y sus familias.

Dentro de las primeras 24 a 48 horas después del nacimiento, los bebés se someten a una simple punción en el talón para captar unas pocas gotas de sangre en una tarjeta de papel especial. Los proveedores analizan dichas gotas de sangre secas en busca de varios trastornos congénitos diferentes o afecciones que están presentes cuando nace el bebé. A los recién nacidos también se los somete a pruebas de detección de trastornos de audición y determinados problemas cardíacos graves que no incluyen la recolección de gotas de sangre seca.

El NICHD ha estado a la vanguardia de la investigación relacionada con las pruebas de detección para recién nacidos desde los comienzos del Instituto y ha tenido un éxito notable. Visite la sección Breve historia de las pruebas de detección para recién nacidos para obtener más información.

La investigación del NICHD sobre las pruebas de detección para recién nacidos tiene los siguientes objetivos:

  • Mejorar las técnicas y tecnologías de detección existentes o desarrollar nuevas.
  • Ampliar la cantidad de afecciones para las que hay pruebas de detección disponibles.
  • Desarrollar nuevos tratamientos y estrategias para el control de enfermedades para las afecciones que pueden detectarse a través de las pruebas de detección para recién nacidos y para las cuales aún no hay tratamientos disponibles.
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