Abordaje de las necesidades de las mujeres durante la pandemia

Una embarazada abraza su vientre mientras habla con su proveedora de atención médica, que sostiene un estetoscopio. Las dos llevan mascarilla.

A principios de 2021, la directora del NICHD, la Dra. Diana W. Bianchi, y colaboradores hicieron un llamado para una mayor inclusión de mujeres embarazadas y en período de lactancia en las investigaciones sobre las vacunas para el COVID-19. Las mujeres embarazadas y en período de lactancia deben tomar decisiones importantes sobre su atención médica, como todos los demás. Sin embargo, obstáculos de larga data para incluir mujeres embarazadas y en período de lactancia en las investigaciones sobre vacunas implican que ellas deben tomar decisiones sin el beneficio de contar con evidencia científica.

El NICHD dio pasos importantes para lograr que se brinde evidencia para ayudar a las embarazadas a tomar decisiones sobre la vacunación. En un estudio se halló que las vacunas son eficaces en embarazadas. Esos hallazgos son de especial importancia porque las embarazadas son más propensas a la infección grave del COVID-19 que las mujeres que no están embarazadas. En el estudio también se halló que los anticuerpos producidos por la madre después de la vacunación atraviesan la placenta y pasan a la leche materna, lo cual confiere inmunidad a los recién nacidos, que actualmente no son elegibles para recibir vacunas. En otro estudio se halló que no hay efectos adversos graves por las vacunas para las mujeres en período de lactancia o sus hijos. Los hallazgos aportan evidencia sobre la seguridad de la vacunación contra el COVID-19 para las madres en período de lactancia y sus hijos.

Un equipo con apoyo del NICHD investigó cómo afecta el COVID-19 a las embarazadas. Los investigadores hallaron que las embarazadas con síntomas graves de COVID-19 tienen un mayor riesgo de complicaciones durante el embarazo y después. En comparación con embarazadas asintomáticas, aquellas con síntomas graves tuvieron un mayor riesgo de parto por cesárea, hemorragia posparto, trastornos hipertensivos del embarazo y parto prematuro. El equipo del estudio también halló que la transmisión del virus SARS-CoV-2 de madre a hijo era infrecuente.

La infección por SARS-CoV-2 durante el embarazo también se ha relacionado con complicaciones que pueden comprometer la placenta o reflejarse en ella, y que incluyen preeclampsia y parto prematuro. Sin embargo, los investigadores usaron diversos métodos para diagnosticar la infección de la placenta, lo cual dificulta la comparación entre diferentes estudios. Para abordar ese problema, el NICHD reunió a un panel de expertos para recomendar criterios estandarizados para definir una infección placentaria. Las recomendaciones del panel facilitarán la síntesis de información entre los estudios y, en última instancia, ayudarán a comprender mejor los riesgos de la infección placentaria por el SARS-CoV-2.

El instituto también inició un estudio para evaluar los posibles efectos a largo plazo del COVID-19 en el embarazo. Los investigadores harán un seguimiento de mujeres que tuvieron infección por SARS-CoV-2 (asintomáticas o sintomáticas) durante el embarazo por un período de cuatro años.  El equipo del estudio también evaluará a los bebés que estuvieron expuestos al SARS-CoV-2 in utero para detectar posibles síntomas neurológicos y afecciones cardiovasculares en los años siguientes.

En otro estudio se investigó cómo influye el embarazo en la forma en que el sistema inmunitario responde a la infección del COVID-19 en el contenido de Inglés (en inglés). El estudio partió de hallazgos que indican que el COVID-19 es más prevalente y tiene más probabilidades de ser grave en hombres y niños que en mujeres y niñas. Los investigadores hallaron que las respuestas inmunitarias de las embarazadas a la infección del COVID-19 variaron según el sexo del feto, y que la transferencia de anticuerpos fue menos eficaz hacia fetos de sexo masculino. Los hallazgos ayudan a mejorar la comprensión de las diferencias en la inmunidad basadas en el sexo.

El NICHD también financió estudios para explorar posibles relaciones entre la vacunación contra el COVID-19 y la menstruación. Algunas mujeres informaron cambios en la menstruación después de vacunarse. La investigación, que incluirá cinco proyectos en poblaciones geográfica y demográficamente diversas, aportará más información sobre qué se puede esperar después de la vacunación y podría ayudar a reducir las dudas sobre la vacunación.

Al final del año, el personal del NICHD también escribió un comentario sobre la evidencia científica en el contenido de Inglés (en inglés) que avala la vacunación contra el COVID-19 y su seguridad en personas que están planeando concebir o en mujeres embarazadas o que están amamantando.

La investigación sobre esos y otros aspectos de la salud femenina durante la pandemia es fundamental.