Las investigaciones muestran que muchas personas con autismo tienen dificultades con la atención conjunta, que es la capacidad de compartir la concentración en un objeto o área con otra persona. Algunos ejemplos de habilidades de atención conjunta son seguir la mirada de una persona o un dedo que señala para mirar algo.
La atención conjunta es importante para el aprendizaje de la comunicación y el lenguaje. La terapia para mejorar la atención conjunta se centra en mejorar habilidades específicas relacionadas con la atención compartida,1 como por ejemplo:
- Señalar
- Mostrar
- Coordinar miradas entre una persona y un objeto
Las mejoras logradas a partir de estos tratamientos pueden durar años.