Por diversas razones, los niños con trastorno del espectro autista (ASD, por sus siglas en inglés) podrían no tener la nutrición que necesitan para un crecimiento y desarrollo sanos.1,2,3,4 Algunos niños con autismo solo comen determinados alimentos debido a cómo saben en su boca. En otras ocasiones, podrían evitar comer alimentos debido a que los asocian con dolor o molestias estomacales. A algunos niños se les hace llevar una dieta restringida con la esperanza de reducir los síntomas del autismo.
Es importante que los padres y los cuidadores trabajen con un especialista en nutrición, como un dietista registrado, o un profesional de la salud para diseñar un plan de alimentación para una persona con autismo, en especial si desean probar una dieta limitada. Estos profesionales pueden ayudar a asegurarse de que el niño reciba todos los nutrientes que necesita para convertirse en un adulto saludable, incluso con una dieta especial.
Por ejemplo, muchos niños con ASD llevan dietas sin gluten o caseína. (El gluten y la caseína son tipos de proteínas que se encuentran en los productos a base de trigo y leche, respectivamente.) Los datos de las investigaciones disponibles no apoyan el uso de una dieta sin caseína, sin gluten o sin ambos como tratamiento primario para personas con ASD.5
La buena nutrición es importante
Las investigaciones muestran que los niños con autismo tienden a tener huesos más finos que los niños sin autismo.6Restringir el acceso a alimentos que fortalecen los huesos, como los productos lácteos, puede tornar incluso más difícil que sus huesos se fortalezcan. Trabajar con un profesional de la salud puede ayudar a garantizar que los niños que llevan dietas especiales aún reciban los alimentos que fortalecen los huesos y otros nutrientes que necesitan.
Problemas digestivos en personas con ASD
Algunas personas con autismo también tienen problemas digestivos, como estreñimiento, dolor de estómago o vómitos. Algunas investigaciones7 sugieren que los problemas digestivos son más frecuentes en las personas con autismo que en las personas sin autismo, pero las investigaciones sobre este tema todavía están en curso.5,7 Trabajar con un profesional de la salud puede ayudar a garantizar que la dieta no empeore los problemas digestivos.
El NICHD y otras agencias y organizaciones continuarán investigando para aprender más sobre cómo crecen los niños con autismo y si tienen necesidades nutricionales específicas.